Los claroscuros de la Copa Mundial Femenil de Futbol

Los claroscuros de la Copa Mundial Femenil de Futbol

Foto: Xinhua

Sin la misma promoción que el mundial de futbol varonil, el 20 de julio arrancó en Australia y Nueva Zelanda el Mundial Femenil de Futbol 2023 de la FIFA, el cual presentó varias innovaciones a pesar del claro rezago que tiene esta rama del balompié. 

  

El mundial de la especialidad es en Nueva Zelanda y Australia; una innovación es que esta es la primera competencia mundialista de la FIFA en la división femenil que se organiza en dos países. 

  

Las selecciones anfitrionas recibieron a su similares de Noruega y República de Irlanda, llevándose los locales el triunfo en un hecho que pasó prácticamente inadvertido, por la poca promoción que recibe el futbol en su división femenil. 

  

En el caso de México, pasó aún más inadvertido, pues la selección femenil mexicana no clasificó para esta competencia, aun cuando se trata de la primera edición con 32 países. 

  

En la pasada edición, únicamente participaron 24 naciones, por lo que hubo una ampliación de ocho equipos, pero aun así el combinado mexicano no logró clasificarse para uno de los ocho grupos que actualmente están en la justa. 

  

Sin embargo, el vecino del norte, Estados Unidos, no solamente se clasificó, sino que además llegó como favorito para ganar el torneo por tercera vez consecutiva, sumando hasta el momento cuatro títulos en la historia del mundial femenil. 

  

A diferencia del mundial de futbol varonil, la especialidad de mujeres es relativamente nueva, pues fue el 16 de noviembre de 1991 cuando se hizo la primera Copa Mundial de Futbol Femenino por parte de la FIFA. 

  

Durante esa primera edición, que, en Estados Unidos, apenas participaron 12 selecciones nacionales, es decir, 20 menos de las que clasificaban por parte de la categoría varonil. 

  

La primera selección campeona del mundo en la rama femenil fue justamente Estados Unidos, que también ganó el torneo en 1999, además de las ediciones 2015 y 2019 que se mencionaron previamente. 

  

Si algo se puede reconocer de Estados Unidos es que es uno de los países que más ha ayudado a crecer el futbol femenil, pues incluso su liga fue una de las primeras en promover la igualdad salarial entre la rama varonil y femenil. 

  

Esto se ha visto traducido principalmente en los triunfos de su selección nacional, pero también en el activismo de sus jugadoras en favor de la equidad salarial y que se reconozca el futbol femenil de la misma manera que con los hombres. 

  

A través de jugadoras como Alex Morgan o Megan Rapinoe, la selección estadounidense ha logrado alzar la voz a favor de todas las mujeres que practican este deporte de manera profesional, para que reciban los mismos salarios y contratos publicitarios que los jugadores hombres. 

Notas Relacionadas