Twitter se suma al rediseño de imagen, ¿éxito o fracaso?

Cada cierto tiempo, las marcas y empresas suelen hacer un rediseño de su imagen para adecuarse a las tendencias y funcionalidades de los consumidores, el cambio más reciente lo vimos con Twitter, quien dejará su nombre e imagen para ser conocida como X, pero ¿estos cambios son realmente efectivos?  

 El rediseño de una marca consolidada en el mercado no es una tarea fácil, pero dentro del universo del marketing, se acredita como una estrategia óptima para modificar, mejorar o revalorizar la imagen de marca de una empresa. Por tanto, podemos entender que es una acción que se enmarca dentro del branding, el cual se basa en proyectar una imagen de marca deseada en la mente del consumidor.  

  
De esta forma, podemos ver un cambio de imagen sobre todos los elementos tangibles de la marca: aquellos que se relacionan con el logotipo y sus versiones, la tipografía, los colores y la aplicación de éstos a los soportes publicitarios con la única intención de que el consumidor puede ver reflejado su estilo de vida, sus gustos y sus ideales.   

 Uno de los casos de éxito más notorios de rediseño, lo vio otra red social, hablamos de Instagram. Esta marca sufrió dos cambios importantes en su historia, el primero llegó con el rediseño del icono de la marca, pasando de una miniatura de una polaroid a un icono con degradado de fondo, con líneas minimalistas.   

  
Con la compra de Instagram por parte de Facebook, se quiso dar un cambio de giro a un público más millennial con una tendencia flat design, sintetizando los elementos que representa la cámara de forma que recordase a las cámaras de un teléfono. Además, tras su compra por parte de Facebook en 2019, se incluyó "from Facebook" en su nombre.  El objetivo detrás de este cambio fue reforzar la conexión entre estas aplicaciones populares y la empresa matriz.  

Mastercard, es otro ejemplo de un buen rediseño, a pesar de ser una empresa con tantos consumidores y de talla mundial. Su objetivo era ser más cercano al usuario y transmitir confianza para el uso de nuevas tecnologías.   

   
El resultado final desembocó en obtener un acabado minimalista, donde los dos círculos, piezas clave en su branding, mantuvieron su presencia. Pero el cambio más destacable se vio en la tipografía utilizada que mantiene el carácter minimalista, pero aporta cercanía con una utilización del nombre en minúsculas.   

La clave para que el rediseño fuera exitoso, fue la identificación y relación de la marca por los usuarios, pues la empresa informó que el 81% de sus consumidores la reconocían tras el rediseño.    

  
Pero no todos los casos de rediseño son buenos, un claro ejemplo lo podemos ver en el canal Animal Planet. En este caso, la empresa quiso actualizarse con un juego tipográfico, pero se centró tanto en la tipografía que perdió su esencia.   

  
Diversos estudios de marketing señalaron que la trama vegetal en la M girada no transmitía naturaleza, además de mostrar un desequilibrio visual de la “N” con la “P”. Estos errores le costaron varios miles de dólares a la empresa pues no hubo una continuidad entre su público.  

Kraft, la empresa productora de alimentos vivió un escenario bastante similar pues hicieron un cambio tan radical en la tipografía, pasando textos de mayúsculas a minúsculas, además de olvidarse de una referencia al antiguo diseño, por tanto, los usuarios no la reconocían.