Robo a escuelas, una infamia que afecta a alumnos, padres y SEP

En lo que va de esta semana, se han registrado tres robos a instituciones escolares en la ciudad de Puebla, lo cual muestra un nivel elevado de incidencia que representa gastos extras para la Secretaría de Educación Pública y para los padres de familia.

El caso más reciente ocurrió ayer en el Infonavit La Victoria, donde delincuentes robaron equipo de cómputo de la primaria Guadalupe Victoria, sin que hasta el momento haya sido posible ubicar a los perpetradores.

Casos de este tipo son recurrentes principalmente durante la noche o madrugada, pues los maleantes aprovechan la oscuridad para entrar a las instituciones educativas y cometer los robos, que generalmente se centran en equipo de cómputo o audiovisuales.

De acuerdo con datos oficiales del Ayuntamiento de Puebla, de enero y abril de este año se han reportado 34 robos a instituciones de educación, de los cuales 33 se cometieron sin violencia y solamente en uno hubo una persona lesionada.

Los datos publicados por el Ayuntamiento de Puebla detallan que marzo fue el mes con mayor incidencia delictiva, pues se reportaron 10 robos a las escuelas sin violencia.

Le sigue abril, cuando se registraron nueve hechos de este tipo; le sigue febrero con ocho robos; mientras que enero registró un total de siete robos a escuelas de la capital poblana.

Pero a este número aún hay que sumarle los casos en las escuelas ubicadas al interior del estado o en otros municipios de la zona metropolitana como Amozoc, Cuautlacingo, San Pedro y San Andrés Cholula.

¿Quién repone lo robado?

La mayoría de los artículos robados en las instituciones educativas son repuestos por la Secretaría de Educación Pública, ya que se trata de bienes propiedad de esta dependencia.

Computadoras, pantallas, bocinas, proyectores, grabadoras y otros artículos electrónicos son el principal botín de los delincuentes, pero no siempre se trata de bienes que fueron proporcionados por la SEP.

Hay otros casos en que los materiales son donados por alguna autoridad municipal o adquiridos por cooperación de los padres de familia, por lo que estos artículos no son repuestos por la SEP.

Este tipo de delitos termina afectando directamente las actividades escolares de las instituciones, pues en muchos casos se tienen que suspender actividades ante la falta de equipo de cómputo que permita emprender las actividades educativas o administrativas.

En algunos estados, como Veracruz, se ha buscado que el robo en instituciones de educación pública sea catalogado como un delito grave, con la intención de frenar la incidencia de casos de este tipo, aunque en Puebla simplemente se investiga como robo.