Julieta Camacho y cómo politizar el dolor ajeno

No hay un adjetivo que pueda calificar la mala costumbre de muchos políticos de usar la desgracia ajena para sacar beneficios propios. Y esa acción ahora la vemos en la regidora “independiente” de Atlixco, Julieta Camacho.

 

Todos en Atlixco saben que Julieta Camacho Mata toma decisiones siguiendo únicamente sus intereses políticos y no pierde oportunidad para golpear al presidente municipal, Guillermo Velázquez Gutiérrez.

 

Pero esta vez parece que ha rebasado toda proporción, pues está usando el dolor que siente en estos momentos una familia con la muerte de una señora de nombre Gaudencia y la del hijo de esta persona en un terrible hecho delictivo.

 

No voy a ahondar más en la lamentable situación donde perdió la vida Gaudencia y el menor de edad, pues es de todos conocido que fueron víctimas de un desalmado delincuente.

 

Lo lamentable es que el dolor que viven los familiares de estas personas sea el arma con la que Julieta Camacho quiere golpear al alcalde atlixquense, responsabilizándolo de un tema en el que todos, hasta ella, tienen parte de responsabilidad.

 

Y no, señora Julieta, aquí no cabe el argumento estéril de que la están atacando personas afines al alcalde. No sea hueca en su defensa.

 

Aquí el tema es que no puede colgarse del tema y derramar lágrimas de cocodrilo cuando todos saben que lo que en verdad la mueve es un interés político, pues su padre Ricardo Camacho Corripio sueña con regresar a la alcaldía atlixquense.

 

 

Ese es el punto medular de la falsa indignación mostrada, pues desde que decidió abandonar (por no decir traicionar) al PAN ha culpado de todos los males de Atlixco a Guillermo Velázquez.

 

¿Ya se le olvidó que la señora Gaudencia fue despedida sin liquidación de una empresa que maneja su padre?

 

No seamos falsos, regidora, aquí los intereses políticos de su padre son lo que alimentan las críticas contra Guillermo Velázquez.

 

Ojalá y así como sale a repartir culpas, la regidora haya asumido la propia y cargue con los gastos generados por los servicios fúnebres de doña Gaudencia, pues no debe olvidar que los Camacho ayudaron a que su situación económica fuera complicada en plena pandemia.

 

Lo mejor sería que la regidora guardara un respetuoso silencio y dejara descansar en paz a doña Gaudencia y a su hijo, quienes no merecen ser carne de cañón con fines totalmente políticos.