Durante la temporada navideña, los especialistas en salud advierten un incremento notable en el aumento de peso y los eventos cardíacos en México, impulsado por los excesos alimentarios, el consumo de alcohol y la suspensión de tratamientos médicos. De acuerdo con bariatras y cardiólogos, diciembre y enero concentran hasta 5% más muertes cardiovasculares que el resto del año.
El médico bariatra, David Montalvo, especialista en medicina cannábica, explicó que diciembre es particularmente crítico, pues la ingesta calórica se dispara. Según sus datos, los hombres pueden aumentar entre 2 y 4 kilogramos, las mujeres de 4 a 6, y los niños entre 2 y 4 kilos, aunque en personas con obesidad los incrementos pueden duplicarse. "Perder 5 o 6 kilos es manejable; recuperar 12, 15 o más puede tomar más de dos meses de una dieta estricta y bien controlada", señaló en información para NotiPress.
Montalvo advirtió además, en México, muchos pacientes que padecen hipertensión, diabetes o dislipidemias suspenden sus medicamentos para poder ingerir alcohol durante las fiestas, lo que incrementa el riesgo de crisis hipertensivas, descompensaciones metabólicas o elevaciones graves de glucosa en sangre. Entre sus recomendaciones destacan consumir verduras, frutas y carnes magras, evitar bebidas azucaradas y grasas, y mantener la actividad física regular incluso durante las vacaciones.
La cardióloga Gabriela Borrayo Sánchez, académica y secretaria general de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), coincidió en que las fiestas decembrinas representan una etapa de alto riesgo cardiovascular. "Durante las fiestas, la gente come y bebe más, y hace menos ejercicio. Además, algunas personas que padecen hipertensión, colesterol alto o diabetes dejan de tomar sus medicamentos o caen en un estado depresivo o de estrés. Esto provoca que las consultas médicas por complicaciones cardíacas se incrementen hacia finales de diciembre y principios de enero", afirmó.
Borrayo recordó que las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en México, con cerca de 200 mil fallecimientos anuales, principalmente por cardiopatía isquémica. Advirtió que la edad promedio de los infartos ha bajado de 64 a 62 años, debido a que la obesidad aparece a edades más tempranas, afectando al 42% de los adolescentes.
El frío y el sedentarismo agravan la situación, ya que reducen la actividad física y aumentan el apetito. "Muchas veces, después de una parranda o una comilona, sobreviene un ataque al corazón. La gente piensa que se indigestó, cuando en realidad se está infartando", explicó la especialista.
Ambos expertos subrayan que el 80% de los infartos puede prevenirse con hábitos saludables y revisiones médicas regulares. Dormir bien, manejar el estrés y mantener una dieta balanceada son claves para cerrar el año sin complicaciones.
