El brillante sociólogo estadounidense C. Wright Mills escribió que todo humano y, sobre todo, un gobernante que aspirara a ser estadista debe “ligar su biografía con la Historia”. Por entendido se da que esta conexión tendría ser positiva.
La señora Claudia Sheinbaum ya perdió esa oportunidad. Su paso a las hemerotecas y a los libros será negativo. Igual que la de su antecesor, a quien ella insiste en llamar “Presidente López Obrador”, restando todavía más relevancia a su papel.
La Sheinbaum que, como “hija del 68”, dio la batalla para liberar a los presos políticos de los gorilatos de Díaz Ordaz y de Echeverría ya no existe.
Hoy, la señora opta por tener sus propios presos políticos y, “por instrucciones” superiores, la “autónoma” fiscal de CDMX, Bertha Alcalde, ha anunciado que tres de los detenidos durante las manifestaciones del 15-N serán imputados por el delito de tentativa de homicidio.
¡Qué bueno que ya no existen los abominables delitos de disolución social, incitación a la rebelión, motín y demás yerbas… que sí no!
Porque estos fueron desaparecidos de la legislación penal gracias a las repercusiones del Movimiento de 1968 que luchó de frente contra la cárcel a presos políticos y que estuvieron vigentes durante toda la etapa de consolidación del PRI como partido hegemónico.
Hoy que la hegemonía política está en manos de AMLO y de su Movimiento no sería extraño que los quisieran “revivir” a través de los obsecuentes, acríticos e ignorantes legisladores de “la barredora” en los Congresos.
Porque en México se puede todo. Todo se viola, todo se repite con escandalosa frecuencia. Aquí las historias ilógicas triunfan sobre el imperio de la razón, porque no tenemos archivo. La memoria histórica es sólo una ocurrencia gramatical. De la noche a la mañana, los bandidos son héroes civiles, con sólo cambiarse de corbata… o de partido.
La falta de memoria, con desmedida frecuencia, nos retrotrae a etapas cavernarias de convivencia, al imperio de la ley del más fuerte, o del más atrevido, del mentecato más osado.
El caso más reciente lo tenemos a la vista prácticamente al iniciar el día.
No hace mucho pregunté aquí ¿qué hará la “hija del 68”? ¿La ex guerrillera del M-19 colombiano, ahora que cobra el que dicen que es el salario gubernamental más alto que pagamos los contribuyentes?
¿Daría reversa a la militarización de la seguridad pública y del país? Ya vimos que no. Que la exacerbó.
Traiciona a su biografía, porque ella misma afirmó “siempre lo he dicho, soy hija del 68. Soy de una generación que creció con el valor de la justicia y la honestidad. No les voy a fallar”. ¡Y ya falló!
También exparticipante en la guerrilla colombiana M-19, como reveló Gustavo Petro, subió ese post a X para comentar un videoclip de Consuelo Valle, hermana del ya desaparecido Eduardo, conocido como El Búho, quien jugó un controvertido papel en aquel Movimiento de hace 57 años.
Consuelo recordaba que, cuando su hermano estaba preso en Lecumberri ello lo visitó y coincidió con Annie Pardo y sus hijos Claudia y Julio Sheinbaum, quienes visitaban a otro de los liderazgos del Movimiento, otro prisionero, Raúl Álvarez Garín.
Aquel, como hoy el 15-N, fue un movimiento de resistencia juvenil y popular ahogado por una masacre militar ideada por la CIA, ordenada por Luis Echeverría, ejecutada por Gustavo Díaz Ordaz con odio y saña en los separos de Lecumberri, en los campos de Sotelo y en todos los sitios donde alguna voz se alzó contra la opresión y la injusticia del gorilato.
Entonces resonaron las voces que anunciaban una verdadera transformación política y social del país, muy lejana a la que dicen llevar a cabo los cabecillas y ciegos seguidores de la 4T.
“Para la libertad sangro, lucho, pervivo. Para la libertad mis ojos y mis manos, como un árbol carnal, generoso y cautivo, doy a los cirujanos”, había profetizado el enorme español Miguel Hernández, poeta de los subyugados.
Ahora, como Díaz Ordaz en sus más oscuros momentos, Sheinbaum actúa desbocada.
Y desde 1968 hasta 2025 el sistema político está inoculado de genocidio.
Desde entonces, en todos sus estertores y momentos de agonía, ante la amenaza del clamor y de la resistencia popular, recurre a la puerta falsa de la represión para calmar sus angustias y los obstáculos a sus bajas ambiciones. Está metido en las entrañas de su ADN, forma parte de su salvaje concepto de estabilidad y de sus remedios contra la miseria.
No hay manera de que los políticos razonen y actúen diferente.
Los que vivimos el México en blanco y negro de 1968 y las posteriores represiones, alentadas por las manos negras de los poderosos y por las complicidades evidentes y comprobadas con los carteles del narcotráfico, ya vimos esa película, en todos sus tonos. No queremos que se repitan las historias más sangrientas y encarnecidas de la Patria.
México ya no resiste seguir siendo traicionado y humillado por una claque cuyos cálculos políticos equivocados se basan en las aritméticas de la rapiña, la “intolerable alianza” con los criminales y el abuso a los presupuestos públicos de la Nación, de una manera grotesca e inmune, asentada sobre toletes y las bayonetas caladas.
¿Qué hace al respecto la “hija del 68”? ¿La ex guerrillera del M-19 colombiano?
¿Qué hará para ligar positivamente su biografía con la Historia?
Indicios
Entre protestas de los familiares, la policía de investigación de CDMX trasladó a siete jóvenes que habían sido detenidos durante la marcha de la llamada Generación Z al Reclusorio Preventivo Norte. Más tarde, un segundo grupo compuesto por cinco hombres y tres mujeres también fue trasladado, aunque la Fiscalía no informó de manera oficial hacia dónde. ¿Al Campo Militar Número Uno de triste memoria? ¿Los van a desaparecer como a los muchachos de Ayotzinapa? Ya todo puede esperarse de la 4T. * * * Como siempre, reciba mi reconocimiento por haber leído este Índice Político y mis sinceros deseos de que tenga ¡buenas gracias y muchos, muchos días!
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