Con el objetivo de proteger a este sector específico de su agroindustria, el Gobierno de México anunció que impondrá tarifas arancelarias a las importaciones de azúcar, con excepción de aquellos países con los que tiene acuerdos de libre comercio.
La caída de los precios internacionales y la sobreoferta de este producto que hay en el mercado mexicano fueron los motivos por los cuales la Administración de la presidenta Claudia Sheinbaum decidió cambiar de enfoque comercial.
Los aranceles de México contra las importaciones de azúcar—que entran en vigor a partir de este 12 de noviembre— oscilan entre 156% y 210%, detallaron las autoridades del país latinoamericano.
Aunque México vende más azúcar de lo que compra, casi la mitad de las importaciones proceden de EEUU, que a su vez también es el principal destino de las exportaciones azucareras. Además, ambos países son firmantes del Tratado de Libre Comercio de EEUU, México y Canadá, mejor conocido como T-MEC.
"Ante la caída de los precios internacionales y la sobreoferta, y en apego a los compromisos internacionales de nuestro país, se actualizaron los aranceles a la importación de azúcar para defender el empleo, fortalecer la producción y el mercado nacional, así como asegurar la estabilidad de miles de familias que dependen de este sector estratégico", indicó la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural de México.
Según los nuevos gravámenes, se determinó un 156% para el azúcar de remolacha y los jarabes y un 210,44% para el azúcar líquida refinada y el azúcar invertido.
Carlos Backaller, líder la Unión Nacional de Cañeros, consideró que "la medida arancelaria es el paso más importante en este momento, pues brinda la posibilidad de un mercado nacional eficiente y sostenible".
"El nuevo arancel aplicado sobre el valor declarado en aduana, incluyendo costo, seguros y flete, prácticamente elimina la posibilidad de importaciones que perjudiquen al mercado interno, ofreciendo así un entorno más estable y sostenible para los productores mexicanos", señaló la Unión.