Millones de pasajeros podrían enfrentar cancelaciones de vuelos esta semana en Estados Unidos, debido al cierre prolongado del gobierno federal. A partir del viernes 7 de noviembre, la Administración Federal de Aviación (FAA) comenzó a aplicar una reducción del 4% en los vuelos de 40 aeropuertos del país, una medida que podría incrementarse si continúa la paralización.
La orden de emergencia emitida por la FAA contempla recortes progresivos que aumentarán hasta un 10% la próxima semana. La medida busca responder a la escasez de personal causada por la falta de pago a empleados federales esenciales como controladores aéreos y agentes de seguridad. "Estamos viendo señales de estrés en el sistema, por lo que estamos reduciendo de forma proactiva el número de vuelos para garantizar que el pueblo estadounidense siga volando de forma segura", declaró el administrador de la FAA, Bryan Bedford.
Entre los aeropuertos afectados se encuentran los tres principales de Nueva York —LaGuardia, John F. Kennedy y Newark Liberty— así como terminales en Boston, Filadelfia, Washington DC, Chicago, Dallas, Miami, Los Ángeles, Seattle y otros centros clave. Las rutas impactadas también podrían afectar a ciudades más pequeñas conectadas con estos hubs.
Varias aerolíneas adoptaron medidas preventivas como por ejemplo United Airlines quien canceló alrededor de 200 vuelos para este viernes 7 de noviembre, lo que representa cerca del 4% de su programación diaria. Además, anunció una reducción similar durante el fin de semana. American Airlines redujo sus vuelos en un 4% entre el viernes y el lunes 10 de noviembre, lo que equivale a unos 220 vuelos diarios. "Incluso con estas cancelaciones, planeamos operar alrededor de 6.000 vuelos diarios", indicó Sarah Jantz, portavoz de la compañía.
Delta Air Lines suspendió 170 vuelos regionales y de larga distancia y Southwest Airlines anunció la cancelación de 100 vuelos e instó al Congreso a "resolver de inmediato el estancamiento". Las aerolíneas han ofrecido a sus clientes opciones para modificar itinerarios sin cargos adicionales.
El cierre del gobierno inició el 1 de octubre y si bien los controladores aéreos y personal de seguridad son considerados esenciales, no están recibiendo salario. "Los controladores aéreos están renunciando a diario debido a la prolongada paralización", informó Nick Daniels a CNN, presidente de la Asociación Nacional de Controladores de Tráfico Aéreo. De acuerdo con reportes, ya se registraron más de 450 casos de escasez de personal en instalaciones de la FAA.
La FAA aclaró que las aerolíneas deben reembolsar los vuelos cancelados, pero no cubrirán otros gastos, como hospedaje, por tratarse de una causa externa a su control. (Notipress)