Una investigación realizada por la Universidad de Nueva Gales del Sur (UNSW Sydney) reveló que las personas con habilidades excepcionales para recordar rostros comparten un patrón visual único. Según el estudio, la clave de su capacidad no reside en una memoria superior, sino en cómo y dónde dirigen la mirada al observar un rostro.
El estudio fue publicado el 5 de noviembre de 2025 en la revista Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences. Participaron 105 personas divididas en dos grupos: 37 superreconocedores y 68 con habilidades promedio para el reconocimiento facial. Utilizando tecnología de seguimiento ocular, los investigadores midieron los puntos exactos donde cada participante fijó la vista al observar fotografías de rostros en una pantalla.
"El objetivo era comprender qué patrones oculares humanos eran los más informativos", afirmó el Dr. James Dunn, autor principal del estudio. Para ello, los investigadores registraron los movimientos visuales de ambos grupos y recrearon su campo de visión mediante inteligencia artificial. Esos datos fueron procesados por nueve redes neuronales ya entrenadas para realizar tareas de reconocimiento facial.
El equipo comparó los resultados obtenidos por la IA alimentada con los datos visuales de los superreconocedores frente a los obtenidos por la IA basada en observadores promedio. Según el Dr. Dunn, "incluso con la misma cantidad total de información, la IA alimentada con datos de superreconocedores fue más precisa en el reconocimiento facial que la IA alimentada con datos de reconocedores promedio".
La diferencia radica en la calidad de la información captada. "Las personas con una capacidad de reconocimiento excepcional no solo miran con más atención, sino que también lo hacen de forma más inteligente. Seleccionan las partes más útiles de un rostro para su análisis", explicó Dunn. Añadió que "en realidad no ven más, sino que sus ojos se fijan de forma natural en las partes del rostro que contienen las mejores pistas para distinguir a una persona de otra".
El estudio también abordó si estas habilidades pueden ser entrenadas por personas con capacidades promedio. Según Dunn, esto no es posible: "Su habilidad no es algo que se pueda aprender como un truco. Es una forma automática y dinámica de captar lo que hace único a cada rostro".
A diferencia de los humanos, la IA aplicada en sistemas como las puertas electrónicas de los aeropuertos analiza cada píxel de un rostro de forma simultánea. "En situaciones muy controladas como las puertas electrónicas de los aeropuertos, donde se cuenta con iluminación estable, distancias fijas e imágenes de alta calidad que coinciden con fotos estandarizadas, la IA superará lo que cualquier ser humano puede hacer", señaló Dunn. Sin embargo, cuando las condiciones no son ideales, el ojo humano, especialmente el de los superreconocedores, sigue teniendo ventajas.
"Esto demuestra que la habilidad de reconocimiento facial no se basa solo en lo que sucede en el cerebro posteriormente, sino que comienza con nuestra mirada. La forma en que exploramos un rostro determina lo que aprendemos sobre él", concluyó Dunn. (NotiPress)