Dani Alves, ex futbolista brasileño que pasó 14 meses en cárcel preventiva por una acusación de agresión sexual contra una mujer en una discoteca de Barcelona, ha dejado atrás el deporte para entrar de lleno en la fe y ahora se considera discípulo de Jesús.
La nueva vida de Alves ya no es en los estadios, sino en la comunidad evangélica, que pasó a ser un soporte en su vida y una transformación evidente, ya que ahora se define como “discípulo de Cristo Jesús”.
En sus redes sociales, Alves ha dejado de lado la actividad de futbolista y tomó el espacio para difundir versículos bíblicos y mensajes de perdón y espirituales. Asimismo, participó el pasado fin de semana en el tercer congreso de jóvenes de la Iglesia Elim de Girona, lo cual es el inicio de sus primeros actos públicos basados en la fe cristiana.
En las imágenes en redes sociales, el exjugador del FC Barcelona se observa con las manos en alto clamando al Creador, cantando canciones en honor a Jesucristo y compartiendo con los presentes su fe y creencia: “Hay que tener fe, hermanos míos, yo soy la prueba de eso. Porque aquí lo que Dios promete, es lo que Dios cumple”.
El exjugador del Barça, Dani Alves, se ha convertido en predicador en una iglesia de Girona. Fue absuelto de un delito de agresión sexual este año.
— Albert Ortega (@AlbertOrtegaES1) October 27, 2025
"Hay que tener fe en Dios. Yo soy una prueba de ello. Yo hice un pacto con Dios". pic.twitter.com/H6KjoJXyaH
Y en su exposición de motivos, Dani Alves hace énfasis en su acercamiento a Dios y en la promesa que le hizo durante su tiempo en la prisión: “Yo hice un pacto con Dios (...) Te voy a servir, pero cuida de mi casa, cuida los corazones de esas personas que no me abandonarán”.
De acuerdo con Infobae, el cambio se extiende también a la vida familiar del exfutbolista, pues tras meses de incertidumbre, ha retomado la relación con su esposa, la modelo Joana Sanz, con quien recientemente celebró el nacimiento de su primera hija en común mediante fecundación in vitro.
