Celular en la escuela, ¿herramienta educativa o distractor permanente?

Celular en la escuela, ¿herramienta educativa o distractor permanente?

Foto: Freepik

La diputada Esther Martínez Romano presentó una iniciativa en el Congreso del Estado para reformar la Ley de Educación y prohibir el uso de teléfonos móviles en escuelas durante la jornada escolar, incluyendo clases, recesos y actividades extracurriculares.

 

Sin embargo, este tema cuenta con varios matices, ya que el celular puede ser una herramienta educativa, pero también trae riesgos y distracciones, dependiendo de su uso y regulación en el ambiente escolar.

 

Como parte de las ventajas del uso del celular como herramienta educativa, destaca el acceso rápido a información determinada, puesto que permite consultar datos, investigar en tiempo real, aclarar dudas, usar diccionarios, enciclopedias digitales, entre otros.

 

De igual manera, ofrece una amplia variedad de recursos y metodologías, con apps educativas, plataformas interactivas, videos, simulaciones, laboratorios virtuales, además de herramientas como cuestionarios en tiempo real, votaciones y colaboraciones en línea.

 

Es de destacar que los estudiantes pueden avanzar a su ritmo, revisitar secciones difíciles y usar recursos adaptados, sobre todo para aquellos estudiantes con necesidades especiales. Además, sobresale el desarrollo de competencias digitales, ya que actualmente vivimos en una era digital y el saber usar herramientas tecnológicas de manera responsable es una habilidad clave.

 

Por otra parte, el uso del teléfono móvil dentro de las instituciones educativas puede funcionar como un distractor constante, con el tema de la redes sociales, los mensajes y los juegos. Asimismo, puede generar un problema de desigualdad, ya que no todos los alumnos tienen buena conexión a internet o celulares con capacidades suficientes, lo cual puede ampliar la brecha entre quienes tienen y no tienen recursos.

 

De igual manera, el uso constante del celular, incluso en horario escolar, puede provocar problemas de salud como sobrecarga, ansiedad, distracción, dependencia del dispositivo y menor interacción social presencial. Además, existe riesgo de bullying digital, exposición a redes sociales, contenido no filtrado y desinformación.

 

¿Los lugares donde ya se implementó esta medida han tenido buenos resultados?

 

Hay varios países que han implementado prohibiciones parciales o totales, o reglas muy estrictas, y los resultados son mixtos.

 

Por ejemplo, en Noruega, un estudio de la escuela de Economía reportó una reducción del 60 % en consultas por salud mental entre alumnas, menos bullying, mejores notas y mayor interacción social.

 

En Francia, se llevó a cabo un programa piloto en 200 escuelas secundarias, en el cual se mostró mayor concentración y menos exposición a pantallas, pero el impacto en calificaciones es limitado.

 

En escuelas de Florida y California, esta medida ha mostrado una mejora en pruebas estandarizadas, pero un estudio de la Universidad de Birmingham no encontró diferencias significativas en bienestar o sueño.

 

Una revisión de 22 estudios indica que las prohibiciones reducen distracciones y ciberacoso, pero no siempre mejoran calificaciones o salud mental a largo plazo. El éxito depende de combinar restricciones con educación digital y apoyo familiar.

 

El celular es una herramienta educativa con gran potencial si se usa con propósito y supervisión, pero sin regulación se convierte en una distracción permanente que afecta el aprendizaje y el bienestar.

 

En Puebla, la propuesta de prohibición debe considerar excepciones para usos pedagógicos y las necesidades de estudiantes de bajos recursos que dependen de estos dispositivos para acceder a recursos educativos. Experiencias internacionales sugieren que un enfoque híbrido podría ser más efectivo que un veto total.

 

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