SESNSP: corazón operativo de la estrategia nacional de seguridad

SESNSP: corazón operativo de la estrategia nacional de seguridad

Foto: Freepik

El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) es una pieza clave en la estructura de seguridad de México. Se trata de un órgano administrativo desconcentrado de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, dotado de autonomía técnica, de gestión y presupuestal. 

 

Su papel no es el de operar directamente la seguridad pública (como la policía o la Guardia Nacional), sino de ser el órgano operativo que articula y da seguimiento a los esfuerzos de seguridad en todo el país.

 

Su misión principal es ejecutar y dar seguimiento a los acuerdos y resoluciones del Consejo Nacional de Seguridad Pública (CNSP), la máxima instancia de coordinación y definición de políticas públicas en esta materia.

 

El SESNSP es una parte fundamental del andamiaje del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Si bien el Secretariado es dirigido por un Secretario Ejecutivo nombrado y removido libremente por el Presidente del CNSP, su integración va más allá de esta figura.

 

Dentro de su estructura operativa, cuenta con Centros Nacionales y diversas direcciones generales, entre los que destacan:

 

El Centro Nacional de Información (CNI): Clave para la recopilación y difusión de las estadísticas de incidencia delictiva.

 

El Centro Nacional de Prevención del Delito y Participación Ciudadana.

 

Y el Centro Nacional de Certificación y Acreditación: Encargado de estandarizar y certificar a las instituciones de seguridad pública (como los exámenes de control de confianza).

 

El Sistema Nacional de Seguridad Pública en su conjunto está integrado por las Instituciones de Seguridad Pública de la federación, las entidades federativas y los municipios. El SESNSP actúa como el enlace y articulador operativo entre todos estos órdenes de gobierno.

 

Aunque el SESNSP es más conocido por la publicación mensual de cifras de incidencia delictiva, su labor es mucho más amplia y abarca funciones críticas para el funcionamiento integral del sistema de seguridad:

 

 Coordinación y Regulación: Regula, coordina, supervisa y certifica el funcionamiento integral del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

 

Gestión de Recursos: Supervisa la correcta aplicación de los recursos de los fondos de aportación y ayuda federal destinados a seguridad pública, como el Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública (FASP).

 

Profesionalización y Certificación: Establece los lineamientos y criterios para la evaluación y control de confianza del personal de las instituciones de seguridad pública (policial, ministerial y pericial). También promueve el desarrollo de las carreras policial, ministerial y pericial.

 

Información y Homologación: Opera y administra el Sistema Nacional de Información de Seguridad Pública, buscando la homologación y actualización de las bases de datos de todos los integrantes del sistema.

 

Prevención del Delito: Formula y promueve políticas y programas para la prevención de las violencias y el delito, a menudo en coordinación con la ciudadanía.

 

Las cifras de incidencia delictiva que publica el SESNSP (compiladas por su Centro Nacional de Información) son consideradas la fuente oficial y de carácter público para medir la criminalidad en México, a pesar de que a menudo son objeto de debate y críticas sobre su precisión, especialmente cuando se perciben favorables o contrarias a los intereses de los gobiernos en turno.

 

La principal razón de su relevancia es la metodología y el origen de los datos:

 

Es la fuente primaria oficial. Las cifras del SESNSP provienen directamente de las carpetas de investigación que inician las fiscalías y procuradurías de las 32 entidades federativas. Esto las convierte en el registro administrativo más cercano al reporte y denuncia del delito a nivel nacional.

 

Sus estándares homologados. El SESNSP trabaja para homologar la clasificación de los delitos a través del Catálogo Nacional de Incidentes de Seguridad, buscando que todos los estados reporten la información con los mismos criterios, lo que permite la comparabilidad a nivel nacional.

 

Es referencia para políticas públicas. Al ser la fuente oficial, sus datos son la base utilizada por los tres órdenes de gobierno para el diseño, planeación, seguimiento y evaluación de las estrategias y programas de seguridad pública.

 

Sin embargo, su "certeza" es constantemente cuestionada. Las críticas principales apuntan a que las cifras reflejan la denuncia y el registro del delito, no la totalidad de los hechos. Factores como la cifra negra (delitos no denunciados) y posibles manipulaciones en el registro por parte de las fiscalías estatales (por ejemplo, reclasificando delitos para "bajar" la incidencia en ciertos rubros) son señalamientos recurrentes. 

 

Por lo tanto, aunque es el referente estadístico ineludible, a menudo se contrastan con otras fuentes como el INEGI (que usa encuestas de victimización y certificados de defunción para homicidios) para obtener un panorama más completo de la seguridad.

 

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