
El 14 de septiembre se celebra el Día del Charro, una fecha dedicada a honrar la tradición y la cultura del charro; en 2016, la UNESCO reconoció a la charrería como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, destacando su importancia como expresión de tradiciones, habilidades ecuestres y valores comunitarios.
Sin embargo, este deporte involucra suertes que utilizan caballos, toros y becerros, lo que ha generado cuestionamientos sobre si estas prácticas cumplen con los estándares modernos de bienestar animal, un tema complejo y cada vez más debatido, especialmente en un contexto en el que la sensibilidad del trato ético hacia los animales está en aumento.
Por ejemplo, la charrería tiene regulaciones establecidas por la Federación Mexicana de Charrería y otras organizaciones que buscan garantizar el cuidado de los animales involucrados.
En suertes como la cala de caballo o las manganas, los caballos son entrenados para ejecutar movimientos precisos. Los charros suelen cuidar profundamente a sus animales, ya que un caballo sano y bien entrenado es esencial para el éxito en la charreada; sin embargo, el uso de espuelas y riendas puede generar críticas si no se manejan con cuidado, ya que un uso excesivo podría causar molestias o lesiones.
De igual manera, las suertes como el jineteo de toro o yegua y el coleadero son las más cuestionadas, puesto que estas prácticas pueden generar estrés o lesiones en los animales, especialmente si no se ejecutan con la técnica adecuada o si las condiciones no son óptimas.
Las suertes de escaramuzas suelen involucrar sólo caballos, con movimientos coreográficos que requieren gran habilidad, pero generalmente implican menos riesgo para el bienestar animal en comparación con las suertes que involucran ganado.
Cómo se mencionó, la Federación Mexicana de Charrería y otras asociaciones han implementado normativas para minimizar el maltrato, como revisiones veterinarias antes y después de los eventos, límites en el tiempo de exposición de los animales y sanciones por prácticas indebidas; además, los lienzos charros suelen contar con personal capacitado para supervisar el estado de los animales.
¿Se contrapone con los lineamientos de bienestar animal?
Depende del marco ético y regulatorio que se aplique: con regulaciones estrictas, supervisión veterinaria y entrenamiento adecuado, muchas suertes pueden cumplir con estándares básicos de bienestar animal, especialmente aquellas que involucran solo caballos.
En México, hay leyes que buscan regular la charrería, especialmente en lo que respecta al bienestar animal, aunque estas varían por estado y no siempre son uniformes a nivel nacional.
Aunque no es una ley gubernamental, la Federación Mexicana de Charrería tiene un reglamento interno que establece normas para las charreadas oficiales.