
La eliminación de la tarjeta SIM física dio un paso clave con el lanzamiento del nuevo iPhone Air, anunciado esta semana por Apple. El dispositivo solo funcionará con eSim, una alternativa digital que permite a los usuarios cambiar de red o plan sin necesidad de insertar tarjetas plásticas.
Aunque desde 2022 los iPhone vendidos en Estados Unidos ya funcionaban exclusivamente con eSim, es la primera vez que un modelo de Apple con esta característica estará disponible en el mercado global. Otros dispositivos presentados en el mismo evento, como los iPhone 17, 17 Pro y 17 Pro Max, también ofrecerán la opción de eSim en varios mercados, aunque conservarán ranuras físicas en la mayoría de los países.
La medida marca un cambio en la industria. Kester Mann, analista de CCS Insight, afirmó a BBC News que este lanzamiento "marca el comienzo del fin de la tarjeta SIM física". Por su parte, Paolo Pescatore, analista de PP Foresight, destacó que la adopción de eSim aporta beneficios como ahorro de espacio interno para baterías más grandes y reducción del uso de plásticos, además de mayor flexibilidad para los usuarios al viajar.
Según pronósticos de CCS Insight, a finales de 2024 había 1,300 millones de teléfonos inteligentes con eSim en uso. Para 2030, se espera que la cifra alcance los 3,100 millones.
La tecnología eSim ofrece ventajas prácticas, como la posibilidad de activar servicios sin acudir a tiendas físicas, lo que podría cambiar la relación entre usuarios y proveedores de telefonía. Sin embargo, especialistas advierten que la transición podría resultar complicada para adultos mayores o personas con menos experiencia tecnológica. "La industria debe esforzarse por explicar cómo usar las eSim", señaló Mann.
Pese a que fabricantes como Samsung y Google mantienen ranuras físicas en gran parte de sus equipos, los analistas coinciden en que la dirección de la industria es clara: la desaparición gradual de la bandeja SIM tradicional en favor de una conectividad totalmente digital. (NotiPress)