
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció un nuevo paquete de aranceles recíprocos que entrarán en vigor el 1 de agosto. Tras incrementar las tarifas de México y la Unión Europea (UE) a 30%, y Brasil a 50%, la respuesta internacional opinó que el mandatario estadounidense estableció medidas comerciales de coerción.
La política comercial bajo el segundo mandato de Trump se caracteriza por medidas de mano dura en materia de aranceles. Si bien las tarifas anunciadas por el republicano pasan por un proceso de aplazamiento constante, el gobierno de México considera injustas las nuevas medidas comerciales estadounidenses.
De acuerdo con Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, las naciones de la UE apostarán por salvaguardar los intereses del continente ante la imposición de los aranceles recíprocos. Si bien las autoridades europeas no se cerrarán a las negociaciones con Trump rumbo al próximo 1 de agosto, mantienen cautela sobre los ajustes de la Casa Blanca.
Como consecuencia de la estrategia de los aranceles de Trump, Europa apuesta por fortalecer las relaciones comerciales con otros países bajo nuevos acuerdos comerciales. Durante una reunión de alto nivel el 13 de julio, la Comisión Europea confirmó un nuevo tratado de libre comercio con Indonesia.
Por su parte, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, advirtió que su gobierno está preparado para establecer aranceles recíprocos si Estados Unidos implementa las tarifas de 50%. El mandatario destacó que las empresas estadounidenses deberán seguir las leyes nacionales para continuar con el comercio de productos y servicios con las empresas brasileñas.
Lula da Silva comentó que las cifras comerciales compartidas por el gobierno de Estados Unidos no son precisas respecto a la cooperación bilateral. El presidente de Brasil agregó que el comercio entre los dos países deja ganancias por 410 mil millones de dólares desde hace 15 años.
A la luz de la postura de Brasil, México, y la Unión Europea, la vocera del Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Popular China, Mao Ning, informó que el gobierno chino considera la necesidad del diálogo en las negociaciones comerciales con Estados Unidos. En la opinión de la vocera, la política de aranceles es una herramienta de coerción, injerencia internacional, y bullying.
Con motivo de la coerción de aranceles percibida por los gobiernos afectados, las autoridades reportaron consecuencias adicionales de las tarifas de Donald Trump. Ursula von der Leyen informó que las empresas y el sector consumidor padecerán los efectos de inflación y encarecimiento de productos y servicios en el contexto de una guerra arancelaria. (NotiPress)