Los eventos astronómicos que nos harán levantar la vista al cielo en julio

Los eventos astronómicos que nos harán levantar la vista al cielo en julio

Foto: Unsplash

Iniciamos la segunda mitad del año y con ello, la posibilidad de explorar nuevos eventos astronómicos. Recordaremos un hecho sin igual, hasta ahora, el impacto de un cometa sobre un planeta. El encuentro de la Luna con el cúmulo abierto de las Pléyades. La coincidencia de tres lluvias de meteoros, en la misma región del cielo, y prácticamente en fecha, a finales de este mes. La región del Cisne nos regala una extraordinaria visión de una estrella doble, con un contraste en el color de ambas estrellas. Como reto del mes, tenemos al cúmulo globular Messier 22. Finalmente, para cerrar no podrían faltar las fases de la Luna.

 

Un evento astronómico singular

 

Seguramente muchos de nuestros lectores aún no nacían, cuando el 24 de marzo de 1993, Carolyn y Eugene Shoemaker, junto con David Levy descubrieron el cometa que ahora lleva su nombre: Shoemaker- Levy 9, desde el Observatorio de Monte Palomar.

 

Un descubrimiento fortuito que rápidamente adquirió gran interés científico, por tratarse de un cometa poco común, por los múltiples núcleos que presentaba. Los científicos le realizaron diversos estudios, obteniendo grandes conclusiones.

 

El cometa estaba girando alrededor de Júpiter y no del Sol, con un periodo de aproximadamente 2 años, quizá atrapado por la gravedad del planeta entre 1960 y 1970. El Shoemaker- Levy 9 debió acercarse a Júpiter el 7 de julio de 1992 a sólo 40 mil km por encima de las nubes del planeta, lo que seguramente lo fragmentó en más de 23 segmentos, nombrados alfabéticamente.

 

 

El tamaño original se estimó entre 2 y 10 km y los fragmentos entre 1 y 3 km. El encuentro se pronosticó para julio de 1994. Cumpliendo con lo diagnosticado, el impacto se llevó a cabo entre el 16 y 22 de julio de 1994; el impacto mayor lo produjo el fragmento G, el 18 de julio de 1994 a las 07:34 UTC, que generó una nube de más de 12 mil km de diámetro, visible por mucho tiempo. Asimismo, se estimó que liberó una energía equivalente de 6 millones de megatones de TNT, unas 600 veces el potencial nuclear del arsenal terrestre.

 

Además de ser observado por, prácticamente, todos los telescopios del mundo y del espacio, que registraron evidencia del evento, nos dejó un gran aprendizaje para la defensa planetaria.

 

Aproximación cercana de la Luna y M45

 

Debido al movimiento de la Luna en torno a la Tierra, que genera la percepción de que en el cielo la Luna se desplaza relativamente más rápido que las estrellas. Este movimiento pasa en general desapercibido, sin embargo, no es raro tener aproximaciones de la Luna con planetas, cúmulos o estrellas continuamente. Cuando esto sucede, las llamadas conjunciones u ocultaciones, es cuando resulta más evidente apreciar este movimiento: la Luna se acerca a algún astro brillante lentamente y posteriormente se aleja.

 

La Luna y las Pléyades, tendrán una aproximación cercana, técnicamente conocida como “apulse” o “apulso”, que se refiere al momento en que dos objetos parecen estar muy cerca uno del otro, en el cielo, independientemente de la compatibilidad de sus coordenadas espaciales.

 

 

Así, el 20 de julio a las 4:55 hora del Centro de México, la Luna estará pasando a solo 0° 46’ (46 minutos de arco) de M45, en dirección de la constelación de Tauro. Será observable al amanecer, sin necesidad de emplear instrumentos ópticos adicionales.

 

Fin de mes con algunas lluvias

 

La coincidencia de estas tres lluvias genera una buena expectativa para observar fugaces al final del mes de julio, hacia la parte sureste de la esfera celeste.

 

Para iniciar, tendremos la lluvia de meteoros Piscis Austrínidas, entre el 15 de julio y el 10 de agosto, con su máximo el 28 de julio. La tasa máxima observable será de 5 meteoros por hora. Aún se desconoce el objeto precursor de esta lluvia; lo que sí se sabe es que el mejor momento para observarlas será al amanecer del día 28.

 

La lluvia de meteoros δ Acuáridas del Sur, tendrán actividad entre el 12 de julio y el 23 de agosto, con su máximo el 30 de julio. La tasa máxima observable será de 25 meteoros por hora. El objeto que da origen a esa lluvia de meteoros es el cometa P/2008 Y12 (SOHO). Se espera que el mejor periodo para observarlas será desde el atardecer del 29 y hasta el amanecer del día 30.

 

 

Finalmente, la lluvia de meteoros α Capricórnidas, presentará actividad entre el 3 de julio y el 15 de agosto, con un máximo el 30 de julio. La tasa máxima observable será de 5 meteoros por hora. El cuerpo padre de la lluvia es el cometa 169 / NEAT, esperando que la mejor ventana temporal para observarlas sea desde el atardecer del 29 y hasta el amanecer del día 30.

 

Para su observación sólo se requiere un lugar oscuro, estar bien abrigado e hidratado, algo de música suave, buena compañía y mucha paciencia.

 

El Cisne nos regala una excelente imagen

 

La constelación del Cisne es una constelación reconocida desde la antigüedad, visible durante la segunda mitad del año.  Es una de las tres constelaciones, Cisne, Águila y Lira, cuyas estrellas más brillantes Deneb, Altair y Vega, conforman el asterismo conocido como el gran Triangulo de Verano. Siguiendo esta lógica, en el asterismo o figura designada a la constelación, la estrella Deneb ocuparía la cola del cisne y la estrella Albireo sería el ojo del cisne, haciéndose muy fácil su localización.

 

Albireo es una estrella doble, compuesta por β1 Cyg (Albireo), de color amarillento, con magnitud 3.3, y β2 Cyg de color azulado, con magnitud 5.1, estarán bien ubicadas para su observación la mayor parte de la noche, en la constelación del Cisne, hacia el noreste de la esfera celeste.  Unos binoculares o un telescopio pequeño, serán suficientes para observar este par de llamativas estrellas.

 

Un interesante cúmulo globular en Sagitario

 

El cúmulo globular M22 (Messier 22 o NGC 6656) se localiza en la constelación de Sagitario a unos 10,400 años luz de la Tierra, con unas 70,000 estrellas. Fue descubierto por Abraham Ihle en 1665, pero pudo haber sido visto antes por Hevelius, según estudios de Halley, De Chéseaux y Messier. Finalmente, se le dio el crédito a Ihle, y Messier lo incluyó en su catálogo en 1764.

 

Este cúmulo se ha convertido en uno de los más estudiados, dado que, además de ser el segundo cúmulo globular con una nebulosa planetaria, el VLA ha encontrado 2 agujeros negros en su interior y los astrónomos piensan que puede haber más de 100.

 

 

Por otro lado, estudios con el telescopio espacial Hubble parecen haber descubierto cientos de objetos de tamaño planetario, que parecen flotar dentro del cúmulo. Fueron descubiertos por los llamados efectos de micro lente, es decir, mediante la desviación de la luz por las estrellas del cúmulo.

 

El cúmulo globular M22, en la constelación de Sagitario, estará bien ubicado para su observación, este mes y posteriores. Si quieres observarlo, puedes hacerlo a simple vista, dado su tamaño angular aparente de 32 minutos de arco y su magnitud de 5.1, en lugares oscuros, o bien, con unos binoculares, un telescopio pequeño. Si se quiere apreciar mayor detalle, es necesario un telescopio de apertura mayor a 6 pulgadas.

 

Fases de la Luna (horario del centro de México)

 

Cuarto Creciente

Luna Llena

Cuarto Menguante

Luna Nueva

02 de julio, 13:30

10 de julio, 14:36

17 de julio, 18:38

24 de junio, 13:12

401,425 km

390,697 km

370,248 km

376,264 km

 

Fecha

Distancia

Tamaño angular

Luna en apogeo

04 de julio, 20:36

404,635 km

29.5 minutos de arco

Luna en perigeo

20 de julio, 04:44

367,986 km

32.4 minutos de arco

 

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