Homicidios dolosos: entre cifras “a la baja” y una percepción ciudadana que no disminuye

Homicidios dolosos: entre cifras “a la baja” y una percepción ciudadana que no disminuye

Foto: Enfoque

La discusión sobre la seguridad en México es un tema recurrente y complejo. Si bien las cifras oficiales de homicidios dolosos muestran una tendencia a la baja en los últimos meses y el primer cuatrimestre de 2025, la percepción de inseguridad entre la ciudadanía parece no seguir el mismo ritmo, creando una brecha que merece un análisis profundo.

 

De acuerdo con datos preliminares del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y reportes del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), los homicidios dolosos en México han experimentado una disminución.

 

Durante el primer semestre de 2024, se registraron 15,243 defunciones por homicidio, lo que representa una tasa de 11.7 homicidios por cada 100,000 habitantes, menor a la registrada en el mismo periodo de 2023.

 

Esta tendencia a la baja se ha mantenido en el primer cuatrimestre de 2025, con una reducción sostenida en el promedio diario de homicidios. Abril de 2025 cerró con un promedio de 65.3 homicidios diarios, lo que significa una disminución del 25.1 por ciento respecto al mismo mes del año anterior. Desde septiembre de 2024, se ha observado una reducción del 24.9 por ciento en el promedio diario de homicidios dolosos.

 

 

 

Sin embargo, es necesario contextualizar que, a pesar de esta disminución reciente, México continúa registrando niveles de violencia homicida significativamente superiores a los de hace una década.

 

En el último decenio (2015-2024), se han contabilizado más de 300,000 homicidios, de los cuales 8 de cada 10 corresponden a dolosos. Entidades como Colima, Baja California y Guerrero siguen presentando las tasas más elevadas.

 

Preocupa también el repunte de violencia en estados del sur y sureste, como Chiapas y Tabasco, que históricamente registraban bajos niveles.

 

El desafío de la percepción ciudadana

 

A pesar de las cifras alentadoras en la reducción de homicidios, la percepción de inseguridad entre la población mexicana sigue siendo alta. En marzo de 2024, el 61 por ciento de la población de 18 años y más consideró inseguro vivir en su ciudad, con una proporción mayor en mujeres (66.5 %) que en hombres (54.5 %), según la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del INEGI.

 

Esta división entre las estadísticas y la percepción ciudadana se explica por diversos factores:

 

La victimización personal o de personas cercanas, así como la exposición a noticias y testimonios sobre hechos violentos, influye directamente en el sentir de la población, independientemente de las tendencias estadísticas generales.

 

La forma en que los medios de comunicación, incluidas las redes sociales, informan sobre los sucesos violentos puede amplificar la sensación de riesgo. Aunque no dictan qué pensar, sí inciden en cómo se construye la opinión pública sobre la seguridad. La inmediatez y el impacto emocional de la información en redes sociales pueden generar una percepción de mayor vulnerabilidad.

 

La falta de alumbrado público, la presencia de espacios abandonados o deteriorados, y la percepción de problemas como el pandillerismo o la falta de oportunidades para los jóvenes, contribuyen a un entorno percibido como inseguro.

 

La falta de confianza en las autoridades encargadas de la seguridad y la justicia, sumada a la percepción de corrupción e impunidad, erosiona la tranquilidad de la ciudadanía, incluso si los índices delictivos generales disminuyen.

 

Y aunque los homicidios dolosos muestren una baja, otros delitos de alto impacto, como las desapariciones, pueden ir al alza, generando un profundo impacto en la sociedad y afectando la percepción general de seguridad. En los primeros meses de la administración actual, mientras los homicidios bajaban, las desapariciones registraron un incremento preocupante.

 

La reducción en las cifras de homicidios dolosos es una noticia positiva y un indicio de que algunas estrategias de seguridad pueden estar rindiendo frutos. Sin embargo, este progreso en las estadísticas no se traduce automáticamente en una mejora de la percepción ciudadana.

 

Para que la disminución de los homicidios dolosos se refleje en una mayor sensación de seguridad, es fundamental que las autoridades no solo se enfoquen en la contención de la violencia, sino también en fortalecer la confianza ciudadana en las instituciones, combatir la impunidad, mejorar la prevención social del delito y garantizar una comunicación transparente y efectiva, aseguran algunos analistas de seguridad.

 

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