
Los gigantes del entretenimiento Disney y Universal presentaron una demanda federal contra la compañía de inteligencia artificial Midjourney, acusándola de infringir derechos de autor al recrear personajes protegidos mediante su plataforma de generación de imágenes. La demanda fue presentada en una corte federal en Los Ángeles, y es la primera vez que grandes estudios de Hollywood se enfrentan judicialmente a una empresa de IA por el uso no autorizado de su propiedad intelectual.
Según los documentos legales, Midjourney habría utilizado sin consentimiento bibliotecas audiovisuales de ambos estudios para entrenar sus algoritmos, lo que resultó en “copias no autorizadas e interminables” de personajes como Darth Vader, Elsa, los Minions, Yoda, Groot y Bart Simpson. “Midjourney es el ejemplo perfecto de un parásito del derecho de autor”, se lee en la denuncia, citada por The Washington Post.
Las compañías aseguran que intentaron comunicarse con Midjourney antes de iniciar acciones legales, exigiendo la implementación de filtros que impidan estas reproducciones. Sin embargo, acusan a la empresa con sede en San Francisco de ignorar sus advertencias y enfocarse únicamente en su beneficio económico, ya que en 2024, Midjourney habría generado ingresos por 300 millones de dólares mediante suscripciones pagadas.
Disney & Universal have filed a lawsuit against AI company Midjourney and accused it of copyright infringement
— ScreenTime (@screentime) June 11, 2025
“Midjourney is… a bottomless pit of plagiarism”
“Piracy is piracy” pic.twitter.com/sqT8XNIpdy
La demanda incluye una solicitud de orden judicial para frenar la distribución de imágenes derivadas de sus obras y detener el funcionamiento del sistema hasta que se implementen medidas efectivas. Aunque no se especificó una suma monetaria por daños, los estudios quieren sentar un precedente legal frente al uso de contenido protegido en tecnologías emergentes.
Por su parte, el CEO de Midjourney, David Holz, defendió el modelo de entrenamiento de su IA como un proceso similar al aprendizaje humano. “¿Puede una persona mirar una imagen de otro y aprender de ella para hacer una imagen parecida? Obviamente eso está permitido para los humanos”, comentó Holz, haciendo referencia al principio de uso justo amparado por la legislación estadounidense.
Este caso se suma a una oleada de demandas contra desarrolladores de inteligencia artificial por apropiación indebida de obras creativas. Empresas como OpenAI, Stability AI y Anthropic ya enfrentan procesos similares promovidos por artistas que alegan el uso no autorizado de sus creaciones para entrenar modelos generativos.