
Con la renovación de los cargos dentro del Poder Judicial, el relevo en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) no solo es un cambio de rostro, sino de visión y experiencia. Con la inminente próxima llegada de Hugo Aguilar Ortiz como presidente del máximo tribunal mexicano, surgen interrogantes: ¿cuáles son sus funciones y qué diferencias tiene frente a su antecesora, Norma Piña?
¿Cuáles son las funciones del presidente de la SCJN?
El presidente de la SCJN tiene una doble función clave dentro del Poder Judicial de la Federación: encabeza el tribunal constitucional, es decir, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y preside el Consejo de la Judicatura Federal (CJF), órgano encargado de la administración, vigilancia y disciplina de jueces y magistrados federales.
Mientras que, entre sus responsabilidades principales, destacan:
- Coordinar los trabajos del Pleno de la Corte
- Firmar resoluciones y sentencias relevantes
- Administrar el personal y dirigir el presupuesto del Poder Judicial
- Representar al Poder Judicial ante los otros poderes de la Unión y la sociedad
- Supervisar la política judicial y garantizar la autonomía del Poder Judicial
En suma, el presidente de la SCJN no solo resuelve asuntos jurídicos de alta relevancia, sino que también funge como el máximo administrador y vocero del Poder Judicial federal.
¿Qué tan importante es la experiencia y la formación académica para presidir la SCJN?
El cargo de presidente de la Suprema Corte demanda no solo conocimientos jurídicos sólidos, sino también experiencia en la administración de justicia, liderazgo institucional y capacidad de interlocución con otros poderes y la sociedad.
Norma Piña cuenta con una formación académica robusta y de largo alcance. Es licenciada en Derecho por la UNAM, donde también cursó estudios de doctorado. Tiene especializaciones en Derecho Constitucional y Administrativo, así como en Psicología Social y Comunicación en España. Su carrera en el Poder Judicial incluye experiencia como jueza, magistrada, profesora en el ITAM y técnica académica en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM.
Por su parte, Hugo Aguilar Ortiz, originario de Oaxaca, es licenciado y maestro en Derecho Constitucional por la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO). Su enfoque profesional se ha centrado en la defensa legal de comunidades indígenas, especialmente en la Mixteca, donde ha representado a más de 20 comunidades en causas de justicia comunitaria, derechos territoriales y autonomía indígena.
Antes, para llegar a la #SCJN se exigía trayectoria, formación académica, años d experiencia y compromiso con la Constitución. Hoy, basta con tener la cercanía política conveniente.
— Heidi Cabrera (@HeidiCabrera17) June 4, 2025
Vean los estudios de #NormaPiña vs #HugoAguilarOrtiz como todo en la 4T, carente de preparación ????♀️ pic.twitter.com/3ZRxeZeedA
Aunque no cuenta con estudios de doctorado ni con experiencia docente formal, Aguilar ha sido reconocido por su cercanía con las problemáticas de los pueblos originarios y por llevar su voz a foros legales y mediáticos donde suelen estar ausentes.
Ambos perfiles, si bien distintos, ponen sobre la mesa la necesidad de una justicia plural, capaz de combinar el conocimiento técnico con la sensibilidad social.
¿Por qué el debate sobre su origen indígena eclipsa su capacidad?
La llegada de un presidente indígena a la SCJN es histórica y simbólicamente poderosa. Sin embargo, la insistencia en destacar solo su origen, y no su capacidad profesional, ha generado críticas y debates. Voces como la de la presidenta Claudia Sheinbaum han señalado que parte de las críticas a Aguilar Ortiz tienen un trasfondo racista y clasista, minimizando su preparación y experiencia.
La presidenta Claudia Sheinbaum califica a Hugo Aguilar como modesto, sencillo y con una enorme inteligencia
— El Universal (@El_Universal_Mx) June 4, 2025
“Me da mucho gusto que el próximo presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) sea un indígena mixteco de Oaxaca, muy buen abogado, tengo el privilegio… pic.twitter.com/6J3lsCkOpJ
Aguilar Ortiz no solo es indígena; es abogado con tres décadas de experiencia, activista, funcionario público y protagonista en procesos de consulta y reformas legales de alcance nacional. Su perfil rompe con el molde tradicional del Poder Judicial, pero su capacidad no puede reducirse a una sola dimensión identitaria.
Finalmente, el presidente de la SCJN es mucho más que un símbolo: es el responsable de la dirección jurídica, administrativa y política del Poder Judicial federal. La comparación entre Aguilar Ortiz y Norma Piña muestra dos caminos distintos hacia la Corte: el de la carrera judicial tradicional y el de la defensa de derechos colectivos y el pluralismo jurídico.