
Una innovación tecnológica creada por el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) promete transformar el panorama de la aviación eléctrica. Se trata de una celda de combustible experimental que utiliza sodio metálico líquido, capaz de almacenar más de tres veces la energía por unidad de peso que las baterías de iones de litio actuales.
Publicado el 27 de mayo de 2025 en la revista Joule, el estudio fue liderado por los estudiantes de doctorado Karen Sugano, Sunil M. y Saahir Ganti, junto con el profesor Yet Chiang, experto en ciencia de materiales del MIT, y otros cinco miembros. Esta celda funciona con sodio como combustible y aire como oxidante, separados por un electrolito cerámico sólido que permite la conducción de iones de sodio.
Según el profesor Chiang, "el umbral necesario para una aviación eléctrica realista es de aproximadamente 1,000 vatios-hora por kilogramo". Actualmente, las baterías de litio no superan los 300 vatios-hora por kilogramo. Las pruebas realizadas en laboratorio con el prototipo alcanzaron hasta 1,700 vatios-hora por kilogramo a nivel de celda, lo cual permitiría aplicaciones en vuelos regionales, responsables del 80% de los vuelos domésticos y del 30% de las emisiones aéreas.
Además de la aviación, esta tecnología podría aplicarse al transporte marítimo y ferroviario, sectores que también requieren alta densidad energética a bajo costo. El sodio, extraído fácilmente de la sal común, es abundante y su manipulación en grandes volúmenes ya fue practicada en Estados Unidos durante la era de la gasolina con plomo.
Otra ventaja de esta celda es su seguridad relativa frente a baterías tradicionales de alta densidad energética. A diferencia de las baterías, las celdas de combustible no almacenan juntos reactivos concentrados, lo que reduce riesgos de reacciones descontroladas en caso de fallos. Además, el subproducto de esta celda, el hidróxido de sodio, puede absorber dióxido de carbono del ambiente, generando beneficios medioambientales adicionales.
El equipo también planea probar una celda del tamaño de un ladrillo que suministre energía suficiente para un dron agrícola. La startup Propel Aero, creada por los autores del proyecto y alojada en la incubadora The Engine del MIT, será la encargada de avanzar hacia su comercialización. (Notipress)