
El furor por los peluches Labubu llegó a tal punto que Reino Unido decidió suspender su venta en tiendas físicas, luego de que la abrumadora demanda provocara caos a las afueras de los locales. Lo que comenzó como una tendencia en redes sociales se convirtió en una obsesión en todo el mundo que ya causa desórdenes públicos.
Filas interminables rodean las tiendas de Manila y hasta Nueva York, donde multitudes esperan durante horas por uno de los más de 300 modelos disponibles. Son casi imposibles de conseguir en internet, por lo que si alguna vez fue un tierno accesorio, ahora es un artículo de lujo que cuelga de bolsos de diseñador y se agota en minutos.
Los Labubu llegaron en 2015 de la mente del diseñador chino Kasing Lung, quien se inspiró en la mitología nórdica para su colección “Los Monstruos”. Todos los Labubu son hembras y se venden de manera exclusiva en la tienda china de artículos de colección Pop Mart.
El fenómeno explotó el año pasado cuando Lisa, estrella del grupo Blackpink, mostró su colección y confesó haber gastado todo su dinero en ellos. Desde entonces, celebridades como Rihanna, Dua Lipa y Emma Roberts siguieron esta moda y aumentaron el deseo por los Labubu.
Como en todo lo popular, cada lanzamiento nuevo se agota en cuestión de minutos, y aunque su precio base es de aproximadamente 30 dólares, algunas ediciones limitadas alcanzan cifras mucho mayores. La estrategia de venderlos en “cajas sorpresa”, en las que no se sabe qué modelo contiene, incrementando aún más el deseo de los coleccionistas.
Mientras los aranceles afectan a varios sectores, Pop Mart no ha tenido problemas, ya que la empresa duplicó sus ventas en 2024, alcanzando casi los 2,000 millones de dólares, y cotiza en la bolsa de Hong Kong desde 2020, por lo que desde entonces su valor sólo aumentó 250 %.