
Ayer, el Sindicato Independiente de Trabajadores de Audi México (SITAUDI) presentó su emplazamiento a huelga para el 16 de junio, exigiendo un aumento salarial de 10 %. Es decir, busca nuevamente un incremento de dos dígitos, como el año anterior cuando pedía 15.5 % y el cual no se concretó en su totalidad, pero resultó en un acuerdo del 10.2 % (del cual, 7 % fue directo al salario), tras una huelga que duró varias semanas.
Esta exigencia, se da en un contexto de alta incertidumbre para la armadora alemana, que está sufriendo los estragos por los aranceles, costos crecientes, competencia global, pérdidas, paros laborales y de producción.
El panorama para la negociación entre sindicato y directivos luce complejo, derivado por las tensiones económicas, laborales y políticas que afectan tanto a la armadora como a los trabajadores. Es una realidad que la industria automotriz en Puebla enfrenta desafíos globales, que afectan la competitividad de México como destino de producción.
Hay voces que apuntan que la política arancelaria de la Unión Americana podría limitar la capacidad de la empresa alemana para poder absorber incrementos salariales.
???? #Audi contra las cuerdas: los #aranceles ya alcanzaron a la industria automotriz en Puebla
— Imagen Poblana (@ImagenPoblana) May 6, 2025
A este escenario, hay que sumarle que la huelga de 2024 generó pérdidas estimadas de 10, 000 millones de pesos, con una caída de 74 % en la producción y un impacto en exportaciones de 77 %. Además, de presentarse un nuevo paro, se podría agravar aún más la situación, especialmente porque la planta de San José Chiapa produce el Audi Q5, un modelo clave para exportación a más de 50 países.
La experiencia vivida en 2024 supone que el SITAUDI está dispuesto a mantener una postura firme. Sin olvidar que en 2023, Audi evitó una huelga con un acuerdo de 9.4 % de aumento salarial, lo que indica que la empresa tiene cierta flexibilidad para negociar, aunque ahora el panorama es distinto, ya que está limitada por factores económicos globales.
FOTO AUDI02 La postura del SITAUDI es clara y concisa, busca un aumento de dos dígitos, lo que hace suponer que no aceptará fácilmente una oferta menor, como ocurrió en 2024, y estaría dispuesto a mantener una huelga prolongada si no se cumplen sus expectativas.
Por su parte, Audi enfrenta restricciones financieras debido a aranceles, costos de insumos y la transición hacia la electromovilidad, lo que podría limitar su oferta.
El panorama apunta a negociaciones difíciles, con alta probabilidad de un acuerdo entre 9 % y 10 %, si ambas partes buscan evitar un conflicto prolongado. Sin embargo, el riesgo de huelga es real y su impacto sería severo, ya que podría desincentivar futuras inversiones, como lo señaló en su momento el Consejo Coordinador Empresarial de Puebla, que estimó pérdidas diarias de 700 millones de pesos durante la huelga de 2024.