El presidente estadounidense mantiene su política comercial, enfocada principalmente en los gravámenes, pero ahora se enfrenta a una de las principales compañías de su país: Walmart. "Entre Walmart y China deberían, como se dice, 'COMERSE LOS ARANCELES’, y no cobrar NADA a los valiosos clientes. Estaré vigilando, ¡y sus clientes también!", escribió en la red Truth Social.
En su mensaje, el político republicano destacó que la firma debería de culpar a los aranceles por el alza en los precios de sus productos. "Walmart ganó BILLONES DE DÓLARES el año pasado, mucho más de lo esperado", subrayó.
Los comentarios del mandatario de EU se dan después de que, durante esta semana, el director ejecutivo de la cadena de supermercados, Douglas McMillon, señalara que si bien su política es mantener costos bajos en los bienes, actualmente cumplir esa premisa era complicado, debido a que los gravámenes son "demasiado altos".
El empresario puntualizó que esto ocurría primordialmente con los productos chinos. "Haremos todo lo posible para mantener nuestros precios lo más bajos posible. Pero dada la magnitud de los aranceles, incluso en los niveles reducidos anunciados esta semana, no somos capaces de absorber toda la presión dada la realidad de los estrechos márgenes minoristas", declaró el 15 de mayo, según retomó la agencia Associated Press (AP).
Mientras tanto, es pertinente recordar que un día antes de los dichos de McMillon, Pekín y Washington oficializaron la suspensión de aranceles recíprocos durante 90 días.
Con este nuevo acuerdo, los aranceles estadounidenses contra los bienes y productos chinos bajaron del 145 % al 30 %. Mientras tanto, las tarifas chinas contra las importaciones norteamericanas disminuyeron del 120 % al 10 %.
