
El estrés dejó de ser una simple respuesta del cuerpo ante la tensión para convertirse en un problema de salud pública en México, pues de acuerdo con cifras del IMSS y el portal OCC Mundial, más de 75 % de la población vive con estrés constante, y al menos 40 % ya padece consecuencias físicas, esto debido a las jornadas laborales largas y los bajos salarios que alimenta esta silenciosa epidemia.
Lejos de limitarse al malestar emocional, el estrés reduce el desempeño laboral, desgasta las relaciones personales y debilita la salud física, al mismo tiempo que causa fatiga, trastornos digestivos, ansiedad y enfermedades cardiovasculares.
Para el especialista Hugo Palafox, vicepresidente de Ciencia en Immunotec, el estrés es “la epidemia del siglo XXI” y prevenirlo requiere más que solo buena voluntad, ya que es necesario replantear rutinas, priorizar el autocuidado e incluso considerar opciones como los adaptógenos, que son sustancias naturales que ayudan al cuerpo a enfrentar mejor el estrés.
Ante esto, los expertos insisten en que es posible reducirlo con actividades como la meditación, el yoga y la respiración profunda, que permiten reconectar con el cuerpo y reducir la ansiedad. La actividad física, además de fortalecer el organismo, estimula la producción de endorfinas que mejoran el estado de ánimo.
En el entorno laboral, hacer pausas breves cada cierto tiempo puede parecer insignificante, pero resulta importante para mantener el enfoque y prevenir el agotamiento. Y en medio del ritmo acelerado, los adaptógenos, presentes en suplementos con ingredientes como la rhodiola, el yodo o el potasio, son aliados para equilibrar el sistema nervioso y reducir la fatiga mental.
Aunque el estrés se normalizó como parte del día a día, los especialistas coinciden en que no debe ignorarse, y recomendaron adoptar hábitos saludables, mejorar la calidad del sueño, cuidar la alimentación y buscar ayuda profesional cuando los síntomas persisten.