Los hábitos no saludables como fumar, beber en exceso y llevar una vida sedentaria pueden tener un impacto significativo en la salud física y mental de las personas. Un estudio reciente asegura que los efectos de estas malas prácticas comienzan a ser evidentes a partir de los 35 años.
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Hace poco, algunas notas mencionaron que las nuevas generaciones están reduciendo su consumo de alcohol en comparación con las generaciones anteriores, ya que, según afirman, priorizan su bienestar físico y mental, adoptando estilos de vida más saludables.
Sin embargo, su validez depende del contexto geográfico y cultural. En el caso de México, y específicamente en Puebla, el consumo de alcohol entre los jóvenes tiene un papel central en la socialización y continúa siendo significativo. Basta con visitar uno de los bares de la capital poblana para comprobar que esta narrativa no aplica entre los poblanos.
Imagen Poblana asistió a uno de estos lugares y pudo constatar que, desde temprana hora, aproximadamente las 14:00 horas, las puertas ya estaban abiertas de par en par, en espera de clientes. La carta ofrecía diversas bebidas, cócteles, alimentos y varias marcas de cerveza.
Poco a poco, fueron ingresando los asistentes, en su mayoría jóvenes. En pareja o en pequeños grupos de cuatro integrantes, cada uno pedía una "chela" helada para mitigar los efectos del calor. Ya entrados en ambiente, organizaban la típica "cooperacha", y había quienes alcanzaban a pedir una cubeta o, incluso, un cartón.
Unos, al ritmo de la música; otros, observando los videos en las pantallas; y algunos más en charla amena, pero sin excepción, todos reflejaban en su rostro los efectos del alcohol recorriendo sus venas. Tal parecía que el primero en tomar más cervezas se hacía acreedor a un premio simbólico.
Después de un par de horas, varios jóvenes se retiraban del lugar de forma tambaleante y eufóricos. Otros guardaban un poco la compostura y trataban de coordinar sus movimientos, apoyados en el hombro de un compañero. Y, por supuesto, estaban quienes abandonaban el bar sin mostrar mayores estragos visibles del alcohol.
Uno de los meseros del lugar comentó que los jóvenes continúan bebiendo alcohol de la misma manera que en años anteriores, e incluso, se atrevió a asegurar que actualmente podría ser más. Según relató, es común que muchos lleguen a los bares ya enfiestados, debido a las llamadas "after parties", y continúen bebiendo para prolongar la diversión.
El mercado local se distingue por una fuerte identidad en torno a la cerveza y otras bebidas embriagantes, por lo que el supuesto declive en el consumo de alcohol que se observa en otros países no necesariamente se replica en México.
