Cónclave: ¿cómo se elegirá al sucesor del papa Francisco?

Cónclave: ¿cómo se elegirá al sucesor del papa Francisco?

Foto: Pixabay y Enfoque

Luego de la muerte o renuncia de un papa, el cónclave de cardenales se reúne y vota en la Capilla Sixtina, con los frescos pintados por Miguel Ángel como testigos, al próximo líder de la Iglesia católica.

 

Si bien la Constitución Apostólica establece que el máximo de cardenales electores sea 120, actualmente pueden votar 135 cardenales, de los cuales el 80 por ciento fue nombrado por el fallecido papa Francisco.

 

Sólo los cardenales menores de 80 años pueden votar y no pueden elegirse a sí mismos.

 

Según las normas, el cónclave debe comenzar 15 días después de declarada sede vacante, aunque puede iniciar antes si están todos los cardenales presentes o hasta 20 días después de la vacante para dar tiempo a que todos los cardenales lleguen a Roma.

 

Solo podrán votar quienes estén presentes en la capital italiana.

 

En la mañana del día fijado para el comienzo del cónclave, los cardenales electores se reúnen en la Basílica San Pedro y celebran la misa votiva "Pro eligendo Papa".

 

Esa misma tarde, los eclesiásticos acuden en procesión a la Capilla Sixtina, que se cierra tras su entrada, dado que el cónclave se celebra en aislamiento.

 

En esa jornada se realiza ya la primera votación, que es individual y secreta.

 

A partir de entonces, los cardenales votan cuatro veces por día (dos en la mañana y dos en la tarde) hasta que un mismo nombre cuente con al menos dos tercios de los votos.

 

Al final de cada jornada se realiza la fumata: si es negra, significa que ningún papable obtuvo los dos tercios de los votos; si es blanca, hay un nuevo sumo pontífice.

 

Si no hay acuerdo después de la votación 33 o 34, se realiza una elección directa y obligatoria entre los dos cardenales con más votos.

 

En cada votación, luego de la distribución de las papeletas con la inscripción "Eligo in Summum Pontificem" ("Elijo como Sumo Pontífice") en la parte superior, se elige por sorteo a tres cardenales como escrutadores, a otros tres para recoger los votos de los obispos enfermos y otros tres como revisores del recuento.

 

Cada cardenal escribe de forma secreta y legible el nombre de su elegido y dobla la papeleta dos veces.

 

La votación de los cardenales enfermos es recogida por los tres eclesiásticos designados, mientras que los demás se dirigen por turnos al altar, sosteniendo en alto la papeleta y dicen en voz alta, en latín: "Pongo por testigo a Cristo Señor, el cual me juzgará, de que doy mi voto a quien, en presencia de Dios, creo que debe ser elegido".

 

Cada cardenal coloca su papeleta en un plato y la introduce en la urna frente a los escrutadores, se inclina ante el altar y vuelve a su sitio.

 

Una vez emitidas todas las papeletas, el primer escrutador agita el recipiente para mezclarlas. Luego, las transfiere a una nueva urna, contándolas para asegurarse de que corresponden al número de electores. Posteriormente, se leen las papeletas.

 

Cada uno de los tres escrutadores examina una por una las papeletas y el último escrutador anuncia el nombre de la papeleta para que todos los cardenales puedan registrar el recuento.

 

El último escrutador perfora cada papeleta con una aguja a través de la palabra "Eligo" y la coloca en un hilo para asegurarlas.

 

Tras la lectura de los nombres, se cuentan los votos para determinar si alguien obtuvo los dos tercios o una mayoría simple si las reglas se modifican posteriormente durante el cónclave.

 

Los revisores verifican el trabajo de los escrutadores para detectar posibles errores.

 

Luego se queman tanto las papeletas como las notas que hayan tomado los cardenales.

 

En el cónclave de 2013, cuando fue elegido Francisco, se modificó el método para producir las fumatas, que indican si hay o no nuevo papa, utilizándose dos estufas, una para quemar las papeletas y otra para producir el humo blanco o negro.

 

El humo blanco, para anunciar la elección de un nuevo pontífice, se produce con una mezcla de clorato de potasio, lactosa y colofonia, mientras que para el humo negro, para comunicar que no hubo acuerdo, se usa perclorato de potasio, antraceno y azufre.

 

El método de la fumata se instauró en 1225, durante la elección del papa Gregorio X; anteriormente se usaban campanadas.

 

La regla de la mayoría de dos tercios se aplica en la primera fase del cónclave: tres días de votación, una pausa de hasta un día, seguida de siete votaciones y una pausa, siete votaciones más y una pausa, y siete votaciones más.

 

En ese momento, aproximadamente a los 12 o 13 días de iniciado el cónclave, los cardenales pueden decidir pasar a una mayoría simple para la elección papal y limitar la votación a los dos candidatos con mayor número de votos.

 

El cardenal elegido deberá responder a dos preguntas del cardenal decano: "¿Aceptas tu elección canónica para sumo pontífice?" y "¿Cómo quieres ser llamado?".

 

Si acepta, elige un nuevo nombre y recibe los juramentos de obediencia del resto de los cardenales. Los fieles, reunidos en la Plaza San Pedro del Vaticano, verán humo blanco saliendo de la chimenea de la Capilla Sixtina.

 

Luego el cardenal diácono de mayor antigüedad anuncia "Habemus papam" y el nombre del nuevo pontífice, quien aparece en el balcón de la Basílica de San Pedro para impartir su bendición "urbi et orbi" (a la ciudad y al mundo).

 

El proceso puede llevar hasta 30 días después del fallecimiento o renuncia de un papa.

 

El papa Francisco, nacido en Argentina y cuyo nombre secular era Jorge Mario Bergoglio, falleció el lunes a los 88 años, producto de un derrame cerebral.

 

Fue el primer pontífice latinoamericano y guio a la Iglesia católica durante 12 años, tras la renuncia de papa Benedicto XVI.

 

Introdujo algunos cambios que le valieron críticas de los conservadores del Vaticano, acercó el papado a los fieles y expulsó a curas abusadores, a diferencia de sus antecesores, que solían encubrirlos.

 

También criticó a gobiernos como el de EEUU por su trato a los migrantes, o al de Israel, por sus ataques contra la población civil en Gaza y se acercó a otras religiones en busca de diálogo.

 

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