
OpenAI, empresa responsable de tecnologías como ChatGPT y DALL-E, trabaja en una plataforma social con diseño similar al de X. Esta iniciativa se encuentra en una etapa inicial y cuenta con el respaldo directo de Sam Altman, director ejecutivo de la organización. Recientes informes de medios especializados confirmaron que Altman comenzó a solicitar opiniones de usuarios, expertos y figuras relevantes del entorno tecnológico para definir el rumbo de este nuevo proyecto.
Durante las últimas semanas, figuras del sector reportaron interacciones directas con Altman, orientadas a recabar comentarios sobre el diseño y funcionamiento potencial de la red. Aunque aún no se determinó si el desarrollo operará como una aplicación independiente o se integrará dentro del ecosistema de ChatGPT, el objetivo se perfila con claridad: construir un espacio de interacción digital controlado por OpenAI.
Las fuentes consultadas por portales como The Verge señalaron la existencia de prototipos internos que ya muestran un sistema de publicaciones similar al de las plataformas sociales más conocidas. Estos modelos incluyen generación automatizada de imágenes mediante inteligencia artificial, lo cual podría reflejar una integración directa con herramientas ya existentes de la empresa.
Uno de los propósitos centrales detrás de este proyecto sería crear un flujo constante de contenido generado por humanos. Esta práctica, común en empresas tecnológicas con grandes plataformas sociales, proporciona datos valiosos para el entrenamiento de modelos de inteligencia artificial. Según declaraciones recuperadas por Business Insider, especialistas del sector consideran que OpenAI busca mejorar la calidad y el volumen de información con la que se alimentan sus sistemas, sin depender de fuentes externas o licencias de uso costosas.
Igualmente, estudios recientes del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) subrayan la importancia de contar con datos auténticos y diversos para lograr avances significativos en el aprendizaje automático. En este contexto, el desarrollo de una red social propia otorgaría a OpenAI control total sobre la generación, moderación y uso de estos datos.
El contexto empresarial también agrega otro matiz relevante. Desde su salida del consejo directivo de OpenAI en 2018, Elon Musk mantuvo una postura crítica respecto a la evolución de la compañía. Además, su intento por adquirir OpenAI en el pasado y la creación de su propia firma de inteligencia artificial, xAI, reflejan una rivalidad activa. La aparición de una nueva red social controlada por Altman podría colocarse, inevitablemente, dentro del mismo espacio de atención digital que actualmente domina X.
Altman continúa encabezando la estrategia, con un enfoque participativo que contrasta con prácticas más centralizadas de otros desarrolladores. El resultado de esta recolección de opiniones todavía está por definirse, pero demuestra una intención clara de incorporar voces externas al proceso de diseño. (NotiPress)