Saldrá del lago para castigar: “Un Cuento de Pescadores - La Maldición de la Miringua”

Saldrá del lago para castigar: “Un Cuento de Pescadores - La Maldición de la Miringua”

Foto: Cinépolis Distribución

En las profundidades oscuras del lago de Pátzcuaro, algo ha despertado… y nada volverá a ser igual en este pueblo de pescadores.

 

Un Cuento de Pescadores - La Maldición de la Miringua”, la más reciente obra del director Edgar Nito, se prepara para arrastrar a los espectadores al fondo del lago. Escrita por Nito y Alfredo Mendoza, esta inquietante cinta combina leyenda ancestral, fantasía oscura y miedos muy humanos, todo enmarcado en la belleza siniestra de un pueblo pesquero purépecha, donde el silencio del agua esconde secretos que claman venganza.

 

Los peces mueren, el aire se vuelve denso y los pescadores aseguran haber visto a La Miringua, una antigua entidad castigadora, una sombra que emerge en busca de los que tienen culpas que pagar.

 

Con un elenco de primer nivel, encabezado por Noé Hernández, Mercedes Hernández, Hoze Meléndez, Renata Vaca y Jorge A. Jiménez, esta historia no solo estremece… sino que se apodera del espectador, lo envuelve, lo arrastra —como si algo antiguo y oscuro lo reclamara desde lo más profundo del lago.

 

Un cuento visualmente hipnótico

 

La fotografía del galardonado Juan Pablo Ramírez, AMC, convierte al lago en un personaje vivo, tan bello como amenazante. Cada plano respira tensión. Cada reflejo del agua parece ocultar un rostro que observa desde el más allá.

 

La atmósfera sonora, a cargo de Leonardo Heiblum, Nico García Liberman, Emiliano González de León y Odilón Chévez, acompaña con precisión quirúrgica cada escalofrío, cada susurro y cada grito que se ahoga entre la neblina.

 

Una producción que se sumerge en lo desconocido

 

Rodada íntegramente en locaciones reales del lago de Pátzcuaro y sus islas —Pacanda, Yunuén y Tecuena— la producción enfrentó condiciones extremas que sólo fortalecieron su conexión con el entorno. Más que un set, fue un rito. La comunidad local no sólo colaboró, sino que compartió leyendas que, por generaciones, se han susurrado al caer la noche.

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