Más de 3.600 personas perdieron la vida en Myanmar y cerca de 5.000 sufrieron heridas a causa del sismo que azotó al país, declaró este jueves el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, al ofrecer en Ginebra una sesión informativa para los medios.
El seísmo de magnitud 7,7 se produjo en el territorio de Myanmar la semana pasada, las sacudidas se sintieron en cinco países vecinos.
"Pasados 10 días desde los terremotos en Myanmar, más de 3.600 personas fueron declaradas muertas, 5.000 sufrieron lesiones y casi 200 desaparecieron", dijo Ghebreyesus.
Los habitantes de las regiones afectadas por la calamidad natural siguen teniendo dificultades para recibir asistencia médica, constató el jefe de la OMS y agregó que con acceso limitado al agua potable y déficit de la higiene "aumenta el riesgo de brotes de enfermedades tales como el cólera, la malaria y la fiebre del dengue".
La OMS ya ha suministrado 140 toneladas métricas de material médico, este jueves se espera la llegada de otra carga procedente de Dubai, informó Ghebreyesus.
