
Nintendo confirmó un aplazamiento en la preventa de su próxima consola, la Switch 2, en territorio estadounidense, a pesar de mantener firme su fecha de lanzamiento para el 5 de junio de 2025. La decisión obedece a una evaluación interna motivada por la reciente implementación de nuevos aranceles comerciales por parte del presidente Donald Trump, los cuales afectan a varios países clave en la cadena de producción tecnológica.
Doug Bowser, presidente de Nintendo of America, informó en entrevista con The Verge que la compañía está "evaluando activamente cuál podría ser el impacto" de las tarifas anunciadas el 2 de abril. Estos impuestos adicionales a las importaciones generan incertidumbre sobre el precio final de los productos en Estados Unidos, lo que llevó a suspender temporalmente la opción de compra anticipada. Bowser no especificó cuánto tiempo tomará la revisión, aunque reiteró el compromiso de Nintendo con sus consumidores en este proceso.
La Switch 2 se presentó con un precio base de 449.99 dólares, un aumento de 150 dólares respecto al modelo original lanzado en 2017. Este incremento refleja mejoras sustanciales en el hardware, entre ellas una pantalla LCD de mayor tamaño, Joy-Con rediseñados y un sistema más potente, según explicó Bowser durante la conversación. La intención detrás del nuevo precio es ofrecer una experiencia más sólida y avanzada, aunque factores externos podrían modificar esa estrategia inicial.
Además del precio de la consola, los juegos exclusivos también registran aumentos. Uno de los títulos más esperados, Mario Kart World, costará 79.99 dólares, superando el precio estándar de 59.99 dólares establecido en generaciones anteriores. Nintendo defendió esta política argumentando que el valor está determinado por la profundidad y singularidad de cada propuesta. Esta postura refuerza una tendencia en la industria de elevar el precio de videojuegos premium, impulsada por los costos de desarrollo y la evolución tecnológica.
Por tanto, el entorno económico global, marcado por tensiones comerciales y políticas impositivas, obliga a las empresas multinacionales a ajustar decisiones clave con rapidez. En este escenario, la estrategia de Nintendo busca minimizar riesgos financieros mientras analiza el alcance real de las medidas impuestas por Washington. La empresa no confirmó si los aranceles se trasladarán al consumidor final, aunque no descarta modificar los valores según los resultados de su análisis.
Mientras tanto, otras regiones del mundo no experimentan cambios en la programación de ventas ni en los precios anunciados. Europa y Japón continuarán con sus calendarios establecidos, lo cual refleja una medida específica ante las condiciones del mercado estadounidense y no una revisión global. Nintendo aclaró que informará a los usuarios sobre cualquier variación en disponibilidad o costos a través de sus canales oficiales. (Notipress)