
Con más de 50 años de existencia, la Unión Popular de Vendedores Ambulantes (UPVA) "28 de Octubre" se convirtió en una organización que, poco a poco, fue ganando terreno y control en diversos giros comerciales de la capital poblana.
A través de diversos métodos de negociación, amenazas y chantajes, al paso de los años, la 28 de Octubre se convirtió en una poderosa organización, obteniendo espacios para que sus agremiados pudieran laborar sin ningún problema que enfrentar, aun sobre el hostigamiento de los gobiernos en turno.
Y fue precisamente el estacionamiento del estadio Cuauhtémoc y del parque de béisbol Hermanos Serdán una de las cajas chicas de esta organización, en el que se presume se llegaban a generar ganancias de hasta 400,000 pesos cada quince días que había partido de futbol, tomando en cuenta que el costo del cajón tenía una cuota que iba de los 200 hasta los 400 pesos.
De acuerdo con algunos datos, se cree que la organización popular tomó el control del estacionamiento de esta zona después de que el exgobernador Rafael Moreno Valle Rosas llevara a cabo la modernización del estadio de futbol. Estos trabajos contemplaron, además de la vista exterior, la ampliación de la capacidad del estadio en 10,000 asientos más que, sumándolos con los que ya contaba el inmueble, ahora es capaz de albergar a más de 51,000 aficionados.
Es decir, desde 2015, año en que se llevó a cabo la inauguración del coloso de Maravillas, la "28 de Octubre" se apropió del cobro de estacionamiento. Hay algunos indicios de que pudo haber llegado años antes, pero este se dio de forma gradual, hasta que se consolidó con el tiempo.
La directiva del club de futbol Puebla siempre se mantuvo al margen de la situación, ya que no contaba con el control ni el cobro del estacionamiento, pues se encontraba bajo el resguardo del gobierno estatal.
De acuerdo con la Ley Orgánica de la Administración Pública del Estado de Puebla, es responsabilidad del gobierno del estado mantener asegurados los bienes que conforman su patrimonio o estén bajo su cuidado, así como ejercer las facultades de administración, cobro y las demás relacionadas a estos seguros y los que, conforme a la ley, deba otorgar el mismo.
Fue en la administración del exgobernador Miguel Barbosa Huerta que el problema se acrecentó, ya que, aunque prometió acabar con esta mafia, nunca se llegó a acuerdos firmes y continuaron los robos y extorsiones. Con la llegada de Sergio Salomón Céspedes se retoma el tema y se llegó a plantear la propuesta de ceder a la directiva del equipo de futbol la administración del estacionamiento, pero, por los tiempos, ya no se acordó nada.
Finalmente, tuvo que llegar la administración de Alejandro Armenta Mier para que el gobierno del estado retomara nuevamente el control del estacionamiento, el cual será gratuito, por lo menos, los próximos tres años.