
El consumo de azúcar, sobre todo en exceso, ha generado preocupación en el ámbito escolar debido a su impacto en la salud infantil. Actualmente, bajo el contexto donde las escuelas buscan promover hábitos alimentarios saludables, eliminando gran parte de los alimentos que la contienen, surge el debate sobre qué tipos de azúcares son más dañinos o saludables y sus efectos en el cuerpo humano.
Tipos de azúcares: saludables vs. dañinos
Los azúcares pueden clasificarse en dos categorías:
Azúcares naturales: se encuentran en alimentos como frutas (fructosa), lácteos (lactosa) y vegetales. Estos azúcares vienen acompañados de nutrientes esenciales como fibra, vitaminas y minerales, lo que los convierte en opciones más saludables.
Azúcares añadidos: son incorporados durante la producción de alimentos procesados, como refrescos, dulces y postres. Ejemplos incluyen la sacarosa y jarabe de maíz alto en fructosa. Estos azúcares aportan calorías vacías y carecen de valor nutricional.
En tanto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que el consumo de azúcares añadidos no supere 10% del total de calorías diarias y sugiere reducirlo a 5% para obtener beneficios adicionales para la salud. Esto equivale aproximadamente a 25 gramos o 6 cucharaditas al día para un adulto.
Sin embargo, estudios del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) han demostrado que los niños mexicanos consumen más del doble de esta cantidad antes de cumplir los 10 años. Asimismo, el verdadero riesgo está en los llamados azúcares ocultos, presentes en productos como yogures, barras de cereal, jugos industrializados y salsas procesadas.
¿Qué pasa cuando se consume azúcar en exceso?
El cuerpo humano puede tolerar pequeñas cantidades de azúcar. Sin embargo, el consumo prolongado y excesivo puede tener consecuencias graves:
Obesidad: el exceso de azúcar contribuye al aumento de peso debido a su alta densidad calórica mientras que en el ámbito infantil, México ocupa uno de los primeros lugares mundiales en esta condición, de acuerdo a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Diabetes tipo 2: cada vez más común en adolescentes, antes considerada enfermedad de adultos.
Trastornos de atención: se ha vinculado el alto consumo de azúcar con problemas de concentración e hiperactividad.
Problemas metabólicos: consumir grandes cantidades de azúcar puede provocar resistencia a la insulina, acumulación de grasa visceral y alteraciones cardiovasculares.
Caries dentales: los azúcares favorecen la proliferación de bacterias que erosionan el esmalte dental causando caries.
Adicción al azúcar
Asimismo, el consumo excesivo de azúcar puede llevar a una forma de adicción, ya que, el azúcar estimula la liberación de dopamina, un neurotransmisor asociado con el placer y la recompensa, lo que puede generar un ciclo de dependencia similar al de sustancias adictivas como la nicotina o las drogas recreativas.
Esta adicción puede alterar la química cerebral, afectando el control de los impulsos y la capacidad de tomar decisiones racionales sobre la dieta, por eso es que a algunas personas les cuesta tanto dejarla.
Recomendaciones para reducir el consumo
Para mitigar estos efectos, se proponen estrategias como:
- Promover el consumo de frutas frescas como alternativa saludable.
- Leer etiquetas nutricionales, buscando productos con menos de 5 gramos de azúcar por porción
- Promover el uso de endulzantes naturales, como la miel (en pequeñas cantidades)
Limitar la presencia de bebidas azucaradas y fomentar el consumo de agua potable o jugos naturales en cantidades moderadas.