Trabajadoras del hogar en México, ¿ya tienen mejores prestaciones y salarios?

Trabajadoras del hogar en México, ¿ya tienen mejores prestaciones y salarios?

Foto: Freepik, Enfoque

El 30 de marzo se instituyó como el Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar tras el primer Congreso de Trabajadoras del Hogar en Bogotá, Colombia, en 1988. Desde entonces, se busca promover el valor del trabajo doméstico y reivindicar los derechos de quienes lo llevan a cabo.

 

En México, este día es un recordatorio de la lucha continua por la justicia laboral y el reconocimiento de las trabajadoras del hogar, quienes siguen enfrentando desafíos para acceder a prestaciones sociales y laborales básicas.

 

¿Qué dice la ley sobre sus prestaciones?

 

El trabajo doméstico remunerado es una labor esencial en millones de hogares mexicanos, empleando a más de 2.5 millones de personas, de las cuales 92 % son mujeres. La reforma a la Ley Federal del Trabajo en 2019 otorgó derechos laborales similares a los de otros sectores, como el salario mínimo, descansos regulares, aguinaldo y seguridad social a través del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

 

Incluso, a pesar de la reforma a la Ley del Seguro Social en 2022, que hizo obligatoria la inscripción de las trabajadoras del hogar al IMSS, la afiliación sigue siendo baja. De acuerdo con datos del IMSS, al cierre de noviembre de 2024, solo 2.6 % de las trabajadoras del hogar estaban registradas, lo que equivale a 62,645 personas de un total estimado de 2.4 millones dedicadas a esta labor.

 

Por otro lado, a nivel nacional, solo 5 % de las trabajadoras del hogar tienen un contrato formal y acceso a prestaciones sociales. La informalidad laboral es un obstáculo significativo, ya que impide que muchas trabajadoras reciban los beneficios legales a los que tienen derecho. Además, muchas enfrentan jornadas extensas, superando las 48 horas semanales, lo que viola las normas laborales.

 

La realidad actual

 

En 2025, el salario mínimo para las trabajadoras del hogar en la mayoría del país es de 303.70 pesos diarios, lo que equivale a 9,111 pesos mensuales. Aunque este salario es un avance, sigue siendo insuficiente para cubrir las necesidades básicas de muchas familias, además de no ser cumplido por aquellas que no poseen un contrato.

 

Asimismo, aunque la afiliación al IMSS es obligatoria, la cobertura sigue siendo limitada, lo que significa que muchas trabajadoras no tienen acceso a servicios de salud, pensiones ni otros beneficios sociales. Esto las deja en una situación de vulnerabilidad ante enfermedades o emergencias.

 

Por otro lado, recientemente se anunció que las trabajadoras del hogar inscritas en el IMSS podrán acceder al Infonavit, lo que les permitirá obtener créditos para vivienda. Este avance es crucial para mejorar su calidad de vida y estabilidad financiera.

 

En el estado de Puebla, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del tercer trimestre de 2023, hay aproximadamente 124,389 empleados del hogar, de los cuales 115,831 son mujeres. Sin embargo, solo 1.1 % de estos trabajadores están afiliados al IMSS, es decir, apenas 1,377 personas.

 

Persisten los retos

 

No obstante, aunque se han logrado avances legislativos significativos, la cobertura real para las trabajadoras del hogar en México sigue siendo insuficiente debido a la persistente informalidad laboral y la falta de implementación efectiva de las leyes. Por ello, sería bueno implementar factores como los siguientes:

 

  • Formalización laboral: Impulsar la afiliación al IMSS y la formalización de contratos para garantizar el acceso a prestaciones sociales. Esto requiere un esfuerzo conjunto entre empleadores y autoridades para asegurar que todas las trabajadoras estén registradas y protegidas por la ley.
  • Sensibilización: Promover el reconocimiento del trabajo doméstico como una labor profesional y esencial. Esto implica cambiar la percepción social sobre el valor del trabajo doméstico y reconocer su contribución a la economía y la sociedad.
  • Monitoreo y cumplimiento: Implementar mecanismos que aseguren el cumplimiento de las leyes laborales por parte de los empleadores. Esto incluye la creación de sistemas de supervisión y sanciones para aquellos que no cumplan con las normas laborales.
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