Cada 23 de marzo, el Día Mundial del Clima nos lleva a meditar sobre el impacto que las actividades humanas tienen en nuestro planeta, especialmente en el clima global. Este año, un tema que resalta es la alteración de las estaciones del año, un fenómeno que ya no solo se observa en regiones lejanas, sino también en lugares como Puebla, donde las estaciones se han “desfasado” de alguna manera
¿Por qué se desajustan las estaciones?
El cambio climático, alimentado por la quema de combustibles fósiles y la deforestación, ha provocado un aumento significativo de la temperatura global. Esto ha alterado los patrones climáticos que antes eran predecibles, lo que se traduce en un desajuste entre las estaciones del año. Según estudios recientes, Puebla, como muchas otras regiones de México, ha sido testigo de fenómenos meteorológicos que no se alinean con los ciclos tradicionales, afectando tanto a la población como a los ecosistemas locales.
Actualmente, las proyecciones indican que las precipitaciones disminuirían hasta un 70% en algunos meses del año. Y que inclusive, para finales de este siglo, las temperaturas máximas en la región podrían aumentar más de 6 grados Celsius.
El invierno 2024-2025: calor atípico en plena temporada fría
Muestra de ello fue el invierno de 2024-2025, que marcó una diferencia notable respecto a años anteriores. Mientras que la región solía experimentar un frío seco y temperaturas bajas que definían la temporada, este invierno fue atípico. Las temperaturas se elevaron hasta los 28 grados Celsius en pleno enero, algo que desconcertó a los poblanos, quienes todavía en la recta final esperaban los días fríos tradicionales. Este fenómeno es la consecuencia directa del cambio climático: olas de calor inesperadas que interrumpen lo que normalmente sería una estación más fría.
Asimismo, este invierno cálido también generó incertidumbre entre los agricultores de la región, quienes deben adaptarse rápidamente a estos cambios para proteger sus cultivos, ya que los cambios de temperatura abruptos pueden dañar los sembradíos que dependen de climas más estables y predecibles.
El inicio de la primavera, calor prematuro y cambios de temperatura drásticos
La llegada de la primavera este año fue igualmente inusual. El pasado 21 de marzo, el día considerado oficial en el día de primavera, las temperaturas en Puebla oscilaron entre los 16 y 18 grados Celsius, mucho más templadas de lo que sería normal para esta temporada, inclusive con pronóstico de lluvia.
En otras partes del país, las temperaturas alcanzaron los 45 grados en algunas regiones, mientras que otras experimentaron heladas repentinas, lo que refleja el contraste extremo que ahora caracteriza al clima mexicano. Y evidentemente Puebla no fue la excepción, pues el calor temprano y las fluctuaciones drásticas en la temperatura son señales claras de que las estaciones ya no siguen los patrones que conocíamos.
¿Cómo afecta este desajuste a la vida diaria?
El impacto de estas alteraciones climáticas va más allá de la incomodidad temporal. Para la sociedad, el desajuste de las estaciones se ha traducido en dificultades cotidianas. La agricultura, por ejemplo, enfrenta serios desafíos. Los cultivos se ven expuestos a la incertidumbre, con siembras y cosechas que ya no dependen de los ciclos tradicionales de lluvia y calor.
Además, el cambio de clima afecta la salud de los pobladores. Las oscilaciones bruscas de temperatura provocan resfriados, alergias y otros problemas respiratorios, aumentando la demanda de servicios médicos.
En conclusión, el desajuste de las estaciones en Puebla es solo un reflejo del cambio climático global que ya está modificando nuestras vidas de manera significativa. Las temperaturas extremas, las lluvias irregulares y los cambios abruptos entre estaciones no son coincidencias, sino manifestaciones de un problema más grande que debe ser abordado con urgencia.
Si no actuamos con determinación, el futuro del clima en Puebla y en el mundo será cada vez más incierto. La adaptación y mitigación del cambio climático es tarea de todos: gobiernos, ciudadanos y empresas.