
El desarrollo de la inteligencia artificial generativa puso al mundo “patas arriba”, desde la medicina hasta la abogacía, pasando por los medios de comunicación y las fake news, esta nueva tecnología está teniendo un impacto fuerte en el día a día de las personas en México.
Aunque el avance es indiscutible, no todo lo que esta tecnología ha traído ha sido bueno. Por ejemplo, ahora los ciberdelincuentes están armados con programas de inteligencia artificial que adivinan contraseñas y buscan brechas de seguridad en los sistemas de las empresas. Como usuarios, hay algunas medidas que podemos tomar para evitar poner nuestros dispositivos en riesgo.
Visitar páginas seguras
Supongamos que estás buscando un casino online dinero real que opere en México de forma segura. Lo primero que harás, probablemente, es buscar en Google y hacer clic sobre el primer resultado que surja, lógicamente.
Sin embargo, esta práctica puede estar poniendo en riesgo tus dispositivos, ya que alguien con suficiente presupuesto puede estar insertando una página para robar datos en el primer puesto de búsqueda, a través del patrocinio.
Para estar 100% seguro de que el link que apretarás te redirigirá a un casino real, lo ideal sería ir a un sitio comparador de casinos, como Bonus Finder, donde es posible comparar distintas opciones y además conocer de un pantallazo todas las características de los bonos en cada uno de los sitios seguros.
¿Cuál es el papel de la ciberseguridad para un usuario promedio?
Las personas que no somos ni referentes políticos ni empresarios de renombre tendemos a pensar que estamos “a salvo” de un ataque de ciberseguridad, pero la realidad es que no hay que confiarse demasiado, ya que bajar la guardia puede llevar a cometer errores caros. Por eso, aquí algunas ideas para proteger tus dispositivos.
Trabajar con la tecnología, no en contra de ella
Una cuestión importante en ciberseguridad es que no estamos trabajando en contra de la tecnología, sino que podemos aprovechar un sinfín de herramientas digitales que existen actualmente para que nos ayude en la protección de los datos.
La primera medida proactiva que se puede tomar es la de instalar un antivirus robusto y mantenerlo actualizado. Hay algunas opciones gratuitas, pero por lo general se trata de herramientas de pago, que se cobran anualmente mediante tarjeta de crédito o débito.
Otra de las medidas más importantes como usuario, aparte de tener un antivirus actualizado, es ser muy cuidadoso con los links a los que se ingresa, ya sea desde buscadores o desde el correo electrónico. Si la página no tiene cifrado SSL, estándar en la industria para proteger la información transmitida entre los usuarios y los servidores, es mejor no ingresar en ella, ya que se trata de un protocolo que sirve para proteger y encriptar datos como contraseñas o información bancaria.
La importancia de tener una buena contraseña
Una de las medidas más simples y al alcance de todos para evitar un ciberataque es contar con una contraseña difícil de adivinar, es decir, que no sea el nombre y la fecha de cumpleaños o “contraseña123”. Lo más conveniente es que sea algo no relacionado con los datos personales, puede ser el nombre de tu primera mascota combinado con una fecha importante, o la dirección de una casa en la que ya no vives.
Otra buena práctica es no repetir esta contraseña en múltiples lugares, ya que si alguien logra desbloquearla en tus redes sociales, por ejemplo, podría probar ingresarla en otros sitios, como el banco, y hacer estragos en tus finanzas.
Finalmente, nunca está de más poner autenticación de dos factores (2FA) en las plataformas más sensibles, como el banco, los seguros o las aplicaciones de pago. Este sistema sólo permite acceder cuando se han completado verificaciones en dos dispositivos distintos o mediante dos métodos diferentes, por ejemplo, contraseña y código enviado al correo.
En definitiva, los usuarios también tenemos un rol que cumplir en nuestra propia ciberseguridad. No hacer clic en cualquier link, conectarse únicamente a redes seguras y contar con una contraseña robusta son algunas de las ideas más prácticas para protegerse del phishing y de los ataques masivos a las cuentas.
Lo que no podemos controlar: El tratamiento de nuestros datos por parte de terceros
Lamentablemente, aunque el usuario sea muy precavido y cuente con múltiples mecanismos para proteger sus datos, sigue estando a merced de lo que hacen otras empresas con ellos. Por ejemplo, cuando se filtran datos del gobierno o de las entidades bancarias, buena parte de esa información sensible queda expuesta.
Cuando los ciberdelincuentes hacen un ataque de estas magnitudes, en general ofrecen una recompensa por los datos. Si la empresa paga, los recuperan. Si no pagan, éstos se publican en la Deep Web o son vendidos a otros delincuentes.
Lo ideal sería que estas empresas a las que confiamos nuestra información más privada cuenten con detección de fraudes a través de la inteligencia artificial y con Firewalls y sistemas de prevención de intrusiones (IPS). Sin embargo, esto no siempre es así en México, lo que lleva a tener que prestar doble atención a la seguridad personal en Internet.