
A pesar de que a muchas personas les gusta consumir dulces, su alto contenido de azúcar y su capacidad para adherirse a la superficie de los dientes puede tener consecuencias graves para la salud bucal. De acuerdo con un estudio odontológico, existen cuatro categorías de dulces que representan un alto riesgo para el esmalte dental y favorecen la aparición de caries.
Caramelos duros
Este tipo de caramelo, como las paletas o los dulces de menta, tienen características como la lenta disolución en la boca, lo que prolonga la exposición de los dientes al azúcar, permite que las bacterias la metabolicen y produzcan ácidos que erosionan el esmalte.
Galletas y pasteles
Debido a su alto contenido de azúcares refinadas y su textura pegajosa, se adhiere fácilmente al esmalte de los dientes. Asimismo, los carbohidratos refinados promueven la formación de caries y contribuyen al desgaste del esmalte dental.
Chicles azucarados
El azúcar de estos productos se adhiere a los dientes y puede permanecer allí durante un largo tiempo, lo que permite la formación de bacterias que dañan el esmalte. Además, el azúcar que queda entre los dientes puede ser difícil de eliminar, incluso con una higiene bucal regular.
Chocolates rellenos
Aunque no todos los chocolates son igual de dañinos para la salud bucal, los que están rellenos de caramelo, nougat o crema son especialmente un riesgo por su textura pegajosa y su alto contenido de azúcar, favoreciendo el desgaste dental y la proliferación de caries.
Para evitar consecuencias graves como caries y el desgaste del esmalte dental, los expertos recomiendan:
- Ser moderado en el consumo de dulces y optar por alternativas saludables.
- Cepillarse los dientes después de cada comida.
- Ayudarse de hilo dental para eliminar los residuos entre los dientes.
- Tener una dieta equilibrada y optar por agua natural por sobre las bebidas azucaradas.