
Con el regreso de los astronautas “Suni” Williams y “Butch” Wilmore a la Tierra tras casi diez meses en la Estación Espacial Internacional (EEI), su cuerpo tendrá que readaptarse a la atmósfera terrestre, lo que implicará cambios físicos y fisiológicos importantes. De acuerdo con Christopher Mason, profesor de la Facultad de Medicina Weill Cornell, sus cuerpos están atravesando alteraciones importantes tras la exposición a la microgravedad.
“El sistema inmunológico responde al estrés del vuelo espacial”, aseguró el profesor. Sin embargo, destacó que estos cambios son comunes en misiones espaciales prolongadas, por lo que se requiere que su recuperación sea cuidadosamente monitoreada.
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Según los expertos de la NASA, factores como la radiación espacial, así como el aislamiento, la distancia de la Tierra y los campos de gravedad, ejercen gran estrés sobre el cuerpo humano, lo que resulta en algunos efectos como la pérdida de la densidad ósea.
“La NASA descubrió que, sin la gravedad terrestre, los huesos que soportan peso pierden en promedio entre 1 y 1.5 % de densidad mineral al mes durante los vuelos espaciales”, asegura un artículo de la agencia espacial.
Otro estudio llevado a cabo en 2016 demostró que los vuelos espaciales de larga duración también pueden provocar cambios en la expresión genética de los astronautas. El estudio fue titulado “Estudio de Gemelos”, y comparó los efectos de un año en el espacio en el astronauta Scott Kelly con los de su gemelo, el senador Mark Kelly, hallando que los telómeros tienden a alargarse durante las misiones espaciales.
Do you think that Mark and and Scott Kelly coordinate their shaving schedules or are they both just that bald pic.twitter.com/X3ID7UFvJy
— blissful rage eggcelent (@Astro_Eggcelent) August 1, 2024
Según Mason, estos efectos son consistentes con los resultados que se observaron en otras misiones y son una muestra de cómo el cuerpo humano se adapta al entorno espacial. Además, la estadía prolongada en el espacio provoca que los astronautas sean temporalmente más altos y delgados de lo normal.
“Recuerdo que mis dos primeras palabras cuando bajé fueron ‘la gravedad apesta’, porque el cuerpo comienza a adaptarse y tienes que recalibrar tu sistema de equilibrio vestibular”, comentó el ex astronauta de la NASA, José M. Hernández, quien pasó 14 días en el espacio.