Aproximadamente 420 personalidades de Hollywood, entre directores, músicos, guionistas y actores, firmaron una carta abierta dirigida al gobierno de Estados Unidos con el propósito de solicitar que las protecciones de derechos de autor se mantengan frente a la amenaza que supone la inteligencia artificial (IA) en la industria del entretenimiento.
De acuerdo con los medios locales, esto surge como una respuesta a las peticiones que empresas como OpenAI y Google han hecho, donde solicitan que las regulaciones se flexibilicen para permitir que sus modelos de IA sean entrenados con material protegido sin solicitar autorización ni compensar a los propietarios.
En la carta, los firmantes advirtieron que la relajación de las leyes de derechos de autor podría tener un efecto devastador para la industria del entretenimiento, la cual emplea a más de 2.3 millones de personas y genera más de 229,000 millones de dólares anuales en salarios. “Permitir el uso no autorizado de las obras creativas debilitaría no solo al cine y la televisión, sino también a la música, la literatura y otras industrias que dependen de la protección de la propiedad intelectual”, señala el documento.
Sin embargo, esta discusión no es nueva, ya que en 2024, durante las negociaciones entre el Sindicato de Actores de Estados Unidos (SAG-AFTRA) y las principales productoras en Hollywood, uno de los puntos centrales fue el uso de IA para replicar la imagen o voz de los actores sin su consentimiento. Y luego de una huelga de 118 días, se llegó a un acuerdo que obliga a los estudios a solicitar autorización de los actores y compensarlos económicamente cuando se les replique digitalmente.
Asimismo, la carta critica la postura de la administración Trump, la cual derogó una orden ejecutiva de Biden que establecía regulaciones para garantizar que la IA se desarrolle de manera segura y transparente. En su lugar, Trump promovió una estrategia orientada a incentivar la inversión privada en IA, al mismo tiempo que anunciaba un plan de inversión por 500,000 millones de dólares en infraestructura tecnológica para mantener la competitividad ante el avance tecnológico de China.
Aunque los firmantes argumentaron que el acceso sin restricciones al contenido protegido por las leyes no se trata de un asunto de seguridad nacional, sino de una amenaza para la creatividad y la viabilidad económica de los proyectos, el vicepresidente JD Vance aseguró que las regulaciones podrían frenar la innovación.
“Proteger los derechos de autor no es solo una cuestión de justicia para los creadores, sino también de preservar la diversidad y la riqueza cultural que define a nuestra industria”, concluye la carta.
