Día Mundial del Sueño: entendiendo los trastornos que afectan el descanso

Día Mundial del Sueño: entendiendo los trastornos que afectan el descanso

Foto: FreePik

El sueño es esencial para nuestra salud y bienestar, pero para millones de personas conciliar el sueño no es tan sencillo. En el Día Mundial del Sueño, nos enfocamos en los trastornos que afectan a muchos individuos, desde el insomnio hasta la parálisis del sueño, explorando cómo estos problemas pueden impactar nuestras vidas diarias.

 

Insomnio

 

Es uno de los trastornos del sueño más comunes que se caracteriza por la dificultad para conciliar el sueño o mantenerlo. De acuerdo con estudios, el 30% de la población mundial experimenta insomnio en algún momento de su vida.

 

En tanto, las causas pueden ser variadas, desde factores psicológicos hasta hábitos de vida, como el consumo excesivo de cafeína.

 

Las consecuencias del insomnio pueden ser dificultades de concentración y memoria, baja energía, reacción lenta, irritabilidad y ansiedad, además de problemas de salud relacionados con el apetito y el peso.

 

Hay varios tipos de insomnio, cada uno con características específicas:

 

Insomnio de conciliación: dificultad para quedarse dormido al acostarse. Está asociado con problemas emocionales, ansiedad y estrés.

 

Insomnio de mantenimiento: implica despertarse repetidamente durante la noche y tener problemas para volver a dormir. Puede deberse a factores como el dolor crónico o la apnea del sueño.

 

Insomnio de despertar precoz: caracterizado por despertarse demasiado temprano y no poder volver a dormir. Es común en personas con depresión o altos niveles de estrés.

 

Parálisis del sueño

 

La parálisis del sueño es otro de los fenómenos más comunes; este ocurre durante la transición entre el sueño y la vigilia, es decir, estar despierto y está caracterizado por la incapacidad temporal para moverse o hablar mientras se está consciente.

 

Los síntomas más comunes se manifiestan con sensación de presión en el pecho que inclusive puede acompañarse de dificultades para respirar. Alucinaciones visuales, auditivas o táctiles que pueden ser aterradoras e inclusive con la posible creencia de que alguien esté presente, por lo que muchas personas lo asocian con fenómenos paranormales.

 

Aunque la causa exacta no se comprende completamente, factores como la privación del sueño, horarios de sueño irregulares, estrés y ciertos trastornos como la narcolepsia pueden contribuir a su aparición y también se ha asociado con ansiedad y depresión.

 

Apnea del sueño obstructiva

 

Otro trastorno muy común es la apnea del sueño, esta afección consiste en la interrupción temporal de la respiración durante el sueño, lo que provoca un descanso fragmentado. La apnea obstructiva del sueño (AOS) es la más prevalente y ocurre cuando los músculos de la garganta se relajan y bloquean el paso del aire.

 

Las causas incluyen factores anatómicos, como un cuello grueso o una mandíbula pequeña, y condiciones que aumentan el riesgo como la obesidad.

 

El Síndrome de Piernas Inquietas

 

También conocido como enfermedad de Willis-Ekbom, es un trastorno neurológico que causa sensaciones incómodas en las piernas como hormigueo, ardor o picazón, generalmente durante el reposo, lo que lleva a un deseo irresistible de moverlas.

 

Estas sensaciones pueden ocurrir principalmente por la tarde o noche, afectando significativamente el sueño.

 

Aunque en muchos casos no se conoce la causa exacta, se cree que está relacionado con un desequilibrio de la dopamina, una sustancia química del cerebro que regula el movimiento muscular. Otros factores que pueden contribuir incluyen deficiencia de hierro, embarazo y hasta factores genéticos.

 

Narcolepsia

 

Es un trastorno que impide al cerebro regular adecuadamente los ciclos de sueño y vigilia. Se manifiesta por una somnolencia diurna excesiva, que puede aparecer en cualquier momento, incluso en situaciones inapropiadas como mientras se come o conduce.

 

Se caracteriza por ataques repentinos de sueño que pueden durar desde unos minutos hasta horas. A pesar de dormir bien por la noche, las personas con narcolepsia pueden sentirse somnolientas durante el día.

 

Aunque no hay cura para la narcolepsia, los síntomas pueden ser manejados con medicamentos estimulantes para la somnolencia diurna. Además, los cambios en el estilo de vida, como siestas regulares y un horario de sueño estable pueden ayudar a controlar los síntomas.

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