La expansión de las apuestas deportivas en Estados Unidos ha ido de la mano con un aumento en la exposición al consumo de alcohol dentro del mundo del deporte. Un estudio publicado en JAMA Psychiatry encontró que los apostadores deportivos tienen una mayor tendencia al consumo frecuente de alcohol y presentan más problemas asociados en comparación con los no apostadores. Esta relación plantea interrogantes sobre el papel que juegan el marketing y la cultura deportiva en la promoción simultánea de ambas actividades.
Desde 2018, cuando la Corte Suprema de EU permitió la legalización de las apuestas deportivas en distintos estados, la industria experimentó un crecimiento exponencial. Según el estudio dirigido por el Dr. Joshua B. Grubbs, entre el 10% y el 30% de los adultos estadounidenses realizaron apuestas deportivas en el último año. Al mismo tiempo, el consumo de alcohol sigue siendo una parte central de la experiencia deportiva, ya sea en estadios, bares o a través de la publicidad.
Los investigadores encontraron cómo los apostadores deportivos beben con más frecuencia a diferencia de los no apostadores y tienen una mayor incidencia de problemas relacionados con el alcohol. Esto sugiere que la combinación de apuestas y consumo de alcohol no es casual, sino que responde a una relación culturalmente reforzada por el marketing y la publicidad. Empresas de bebidas alcohólicas y casas de apuestas suelen patrocinar eventos deportivos, equipos e incluso transmisiones en vivo, creando una asociación directa entre ambas actividades.
Estudios previos ya señalaron cómo los anuncios de apuestas deportivas y alcohol suelen dirigirse a públicos similares, utilizando estrategias como la promesa de emoción, socialización y recompensa económica. Además, el fácil acceso a plataformas de apuestas en dispositivos móviles y la normalización del consumo de alcohol durante los eventos deportivos pueden incentivar conductas de riesgo.
Ante estos hallazgos, los expertos sugieren que se adopten medidas regulatorias más estrictas para reducir la exposición a la publicidad conjunta de apuestas y alcohol. Algunas propuestas incluyen la limitación de anuncios en horarios donde la audiencia joven es mayoritaria, la prohibición de patrocinios en equipos deportivos y campañas de concienciación sobre los riesgos de estas conductas.
En conclusión, el estudio refuerza la idea de que las apuestas deportivas y el consumo de alcohol no solo están vinculados a nivel individual, sino que también son impulsados por factores externos como la publicidad y la cultura deportiva. Regular esta influencia podría ser clave para reducir los riesgos de adicción y promover un consumo más responsable. (NotiPress)
