
La inteligencia artificial está revolucionando múltiples industrias, pero también le está abriendo la puerta a nuevos riesgos de seguridad. Una de las amenazas más alarmantes es el uso de deepfakes para vulnerar la autenticación biométrica y acceder ilegalmente a cuentas bancarias. Lo que antes era una tecnología utilizada para manipular videos y campañas publicitarias, ahora es una herramienta que los ciberdelincuentes emplean para robar identidades y vaciar cuentas bancarias.
Un análisis de Appdome, empresa especializada en defensa de aplicaciones móviles, señala que América Latina se convirtió en un blanco atractivo para el fraude con deepfake. En países como México, ya se registraron casos en los que particulares y empresas perdieron grandes sumas de dinero debido a la suplantación de identidad a través de IA.
Deepfake: el arma digital del fraude bancario
Los deepfakes pueden crear versiones extremadamente realistas de rostros, voces y movimientos humanos en videos, archivos de audio e imágenes. Esto significa que, con solo una foto o un fragmento de voz de una persona, un hacker puede generar un video falso capaz de superar los sistemas de autenticación biométrica, como Face ID de Apple o el reconocimiento facial de Google.
"Inicialmente, los deepfakes se convirtieron en una preocupación pública debido a su papel en campañas publicitarias. Ahora nos enfrentamos a un problema mayor, que es el robo de millones de dólares a particulares y empresas", explicó la compañía a NotiPress.
Cómo la tecnología combate el fraude deepfake
Para enfrentar esta amenaza, Appdome lanzó 30 nuevos complementos de defensa móvil, diseñados para prevenir fraudes en aplicaciones de banca móvil y proteger la autenticación biométrica contra intentos de suplantación de identidad. Las nuevas defensas de Appdome pueden integrarse en aplicaciones móviles sin modificar su código, facilitando su implementación en sistemas bancarios y fintechs. Algunas de sus funciones clave incluyen:
- Detección de imágenes generadas por IA para eludir Face ID y otros sistemas de reconocimiento facial.
- Identificación de aplicaciones deepfake utilizadas para suplantar identidad en procesos de verificación.
- Bloqueo de cámaras virtuales o videos pregrabados que intentan simular la presencia de un usuario real.
- Reconocimiento de intentos de clonación de voz, protegiendo sistemas de autenticación basados en comandos de voz.
- Detección de signos vitales, como textura de la piel, reflejos de los ojos y profundidad facial, para confirmar la autenticidad del usuario.
- Generación de informes detallados sobre ataques detectados, permitiendo a las empresas mejorar sus estrategias de seguridad.
A medida que la tecnología deepfake se vuelve más accesible y sofisticada, las empresas enfrentan el reto de proteger los datos sensibles sin comprometer la experiencia del usuario. "No podemos evitar que se creen deepfakes, pero sí podemos bloquear su uso dentro de las aplicaciones móviles", subrayan desde Appdome.
Si bien los deepfakes representan un riesgo creciente para la banca, su impacto se extiende a otros sectores. Plataformas de compras, redes sociales y servicios de mensajería que dependen de la autenticación biométrica también están en riesgo. En un mundo donde la inteligencia artificial puede tanto innovar como facilitar el crimen, proteger nuestra identidad digital es más crucial que nunca. (Notipres)