¿Caridad o negocio? El lado oscuro de algunas ONGs

¿Caridad o negocio? El lado oscuro de algunas ONGs

Foto: Freepik

Las organizaciones no gubernamentales (ONGs) han sido pilares en la lucha contra la pobreza, la desigualdad y las crisis humanitarias. Sin embargo, detrás de su noble misión, surge una pregunta incómoda: ¿cuánto del dinero donado realmente llega a los beneficiarios? En este Día Internacional de las ONGs, exploramos la compleja relación entre la caridad y el negocio.

 

Las organizaciones no gubernamentales (ONGs) y las organizaciones no lucrativas (ONL) han crecido significativamente en las últimas décadas, abarcando áreas como la atención humanitaria, seguridad alimentaria, paz y resolución de conflictos, sostenibilidad y medioambiente.

 

Pero en torno a este crecimiento, las ONGs también han sido criticadas por convertirse en entidades que generan enormes ingresos, inclusive llegando a superar los 900 millones de dólares anuales. Lo que ha llevado a cuestionar si el dinero donado está siendo utilizado de manera eficiente para ayudar a los beneficiarios o si se está utilizando para otros fines, como el enriquecimiento personal o la influencia política.

 

Fuentes de financiamiento y beneficios fiscales

 

Las ONGs se financian principalmente a través de donaciones privadas y fondos públicos. Estas organizaciones disfrutan de un régimen fiscal más beneficioso que las sociedades mercantiles, lo que les permite captar fondos de simpatizantes sin un control fiscal tan estricto. Además, acceden a subvenciones y contratos públicos, lo que puede convertir a algunas en dependientes del presupuesto estatal.

 

Asimismo, las alianzas entre empresas son una estrategia clave para captar fondos. Estas colaboraciones buscan sinergias que beneficien a ambas partes, promoviendo modelos de negocio éticos y responsables. Sin embargo, esto puede llevar a que las ONGs se conviertan en herramientas de marketing social para las empresas, lo que puede distorsionar su misión original.

 

Casos de mala gestión y desvío de fondos

 

En tanto, existen casos donde la gestión de los recursos ha sido cuestionada. En 2018, se reveló que directivos de Oxfam en el año 2011 en Haití organizaron actividades inapropiadas al contratar prostitutas utilizando fondos de la organización, lo que generó una crisis de confianza entre los donantes. Y aunque algunos empleados fueron despedidos, el hecho generó una crisis de reputación y pérdida de financiamiento

 

Otro ejemplo, fue el de la ONG de la modelo Naomi Campbell, Fashion For Relief, cuando en 2024 fue inhabilitada por mala gestión financiera, dado que solo 8.5% de los fondos se destinaron a causas benéficas, mientras que se gastaron grandes cantidades en eventos de lujo.

 

Asimismo, en 2007, la Fundación Anesvad enfrentó un escándalo cuando su presidente, José Luis Gamarra, fue acusado de apropiarse indebidamente de más de siete millones de euros destinados a proyectos humanitarios. Gamarra fue condenado a seis años de prisión en 2012, y la organización sufrió una pérdida significativa de confianza y de asociados.

 

Estos incidentes afectan la percepción pública y pueden disminuir las contribuciones. Sin embargo, muchas ONG's han implementado medidas de transparencia y rendición de cuentas para recuperar y mantener la confianza de sus colaboradores.

 

Por lo que, para asegurar que las donaciones tengan el impacto deseado, se aconseja:

 

- Investigar previamente utilizando plataformas que evalúan la eficiencia y transparencia de las ONG's.

- Acceder a los reportes anuales de las organizaciones para entender la distribución de los fondos.

- Apoyar a entidades comunitarias donde es más fácil verificar el uso de los recursos.

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