En México, el Sistema de Salud Pública, en particular el IMSS, ha sido durante décadas un pilar fundamental para la atención médica de millones de ciudadanos. Sin embargo, a pesar de los discursos oficiales que aseguran mejoras, la realidad en las clínicas y hospitales dista mucho de lo prometido. La escasez de medicamentos, la falta de insumos y las deficientes condiciones laborales son algunos de los problemas más graves que enfrentan tanto los pacientes como el personal médico.
Una reciente denuncia sobre el robo de medicamentos controlados en una clínica del IMSS de San Felipe Hueyotlipan en Puebla ha dejado en evidencia una posible complicidad entre el desabasto y la falta de transparencia en el manejo de los insumos. Si bien las autoridades aseguran que todo está bajo control, los testimonios de pacientes y trabajadores demuestran lo contrario.
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— Imagen Poblana (@ImagenPoblana) February 25, 2025
Durante la madrugada, tres sujetos ingresaron a la Unidad de Medicina Familiar No. 3 del @Imss_Pue para dirigirse a la farmacia y robar medicamentos de uso controlado; ya fue interpuesta una denuncia ante la FGE por este hecho
En este contexto, la falta de medicamentos, algunos considerados especiales, han generado una creciente preocupación. Pacientes como la señora Ángeles Velasco, quien en entrevista manifestó que ha experimentado de primera mano las dificultades que implica no poder obtener los fármacos necesarios para su tratamiento de artritis reumatoide, lo que pone en riesgo su salud.
"El medicamento estuvo varias veces agotado, entonces el médico tuvo que suspenderlo, no había", compartió.
Asimismo, explicó que, debido al tipo de fármaco, su receta incluye especificaciones como el tiempo de vigencia y los sellos de control, que deben cumplirse en fechas específicas. Esto se convierte en un problema recurrente para ella, ya que tiene que hacer este trámite constantemente, lo cual, según mencionó, "no es nada fácil", pues implica recorrer la clínica y realizar varias gestiones con el especialista y el área de archivo.
Por otro lado, manifestó sentirse ignorada al intentar buscar soluciones por parte del personal de las unidades médicas. "Cuando uno habla, honestamente, luego no te atienden o no te informan, te dejan colgado en el teléfono cuando llamas a farmacia para saber si ya están las pastillas", agregó.
No obstante, dijo que, a pesar de los problemas con los medicamentos controlados, con otros medicamentos más comunes como el omeprazol, ácido fólico y paracetamol no ha tenido complicaciones, aunque dijo que estos son como de “rutina”.
En otro caso, otra paciente de nombre Sandra Gómez, quien solo asiste a revisiones, ya que no padece enfermedades graves, manifestó que no ha tenido problemas para surtir sus recetas. “No, no he tenido problema”, aseguró.
Y de la misma manera opinó otra entrevistada, quién dijo que acompañaba a un familiar y dijo que no ha tenido incidencias en su tratamiento, aunque no especificó qué tipo de malestar acuden a tratar.
Esto refleja que, aunque algunos pacientes con incidencias leves pueden no enfrentar grandes dificultades, pero la mayoría sí experimenta los efectos del desabastecimiento, especialmente cuando se trata de fármacos específicos.
En cuanto a la respuesta oficial, las autoridades del IMSS han mantenido un discurso optimista, asegurando que están trabajando para solucionar los problemas de desabasto y mejorar las condiciones. Sin embargo, los testimonios recabados sugieren que la realidad es muy distinta. La falta de medicamentos sigue siendo un problema recurrente, y las soluciones prometidas por las autoridades parecen no ser suficientes para resolver la crisis que afecta tanto a pacientes como a trabajadores.
Si no se toman medidas urgentes para garantizar el suministro de medicamentos y mejorar las condiciones, la confianza en el IMSS podría seguir erosionando, afectando a millones de mexicanos que dependen de sus servicios.
