Con la creciente probabilidad de que el asteroide 2024 YR4, conocido como “el asesino de ciudades”, colisione con la Tierra el 22 de diciembre de 2032. Richard Moissl, jefe de la oficina de defensa planetaria de la Agencia Espacial Europea (ESA), aseguró que “por el momento no existe peligro”.
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De acuerdo con el experto, a medida que los astrónomos recopilen más datos sobre la órbita del asteroide, las probabilidades de impacto podrían fluctuar antes de caer a cero. Afirmación que fue respaldada por Bruce Betts, de la organización Planetary Society, quien señaló que es común que este tipo de estimaciones cambien cuando se obtiene más información.
Aunque el asteroide mide entre 40 y 90 metros de ancho, los expertos aseguran que no representa un peligro para la humanidad, pero sí podría causar daños importantes en el lugar donde caiga. Sin embargo, Moissl aseguró que la humanidad no está indefensa, ya que existen varias estrategias que podrían ponerse en práctica para desviar o destruir por completo el cuerpo rocoso antes de que alcance al planeta.
Según el experto, una de las opciones más viables es el lanzamiento de sondas de impacto para alterar la trayectoria del asteroide, pero advirtió que esto podría generar fragmentos y convertirse en un riesgo adicional. Otra alternativa es el “tractor gravitacional”, una gran nave que, mediante su atracción gravitacional podría alejar al asteroide en curso, así como el uso de propulsores de iones que modifiquen gradualmente su trayectoria.
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Otra solución que se ha propuesto es la de pintar un lado del asteroide en color blanco para aumentar su reflectividad, lo que podría alterar ligeramente su rumbo debido a la presión de la radiación solar.
Estados Unidos, por su parte, propuso el uso de armas nucleares basándose en simulaciones donde los rayos X, causados por una explosión de este tipo, vaporizaría la superficie de un asteroide. Sin embargo, esto conlleva el riesgo de fragmentar la roca en miles de pedazos, por lo que también se propuso el uso de rayos láser para vaporizar una parte del asteroide y alterar su curso.
A pesar de todo, Moissl enfatizó que lo más probable es que el asteroide no impacte la Tierra. “Existe un 97 % de probabilidades de que el 20024 YR4 no nos alcance”, comentó el experto, asegurando que en el improbable caso de que sí lo hiciera, los científicos tienen la capacidad de predecir dónde será con exactitud el impacto.
