Ni cómo ayudar al alcalde José Chedraui. Y es que después de que el dirigente del Comité Directivo Estatal del PAN, Mario Riestra Piña, anunciara que llevaría a cabo una campaña de bacheo, el edil, en un arranque de celos, dijo que si llegaban a hacerlo, sin el permiso del ayuntamiento, sería sancionado el panista.
Por supuesto que esta noticia caló en el alcalde, quien buscó, primero, salirse por la tangente y arremeter contra el dirigente panista con otros argumentos; para defender su “honra”, Chedraui, después, lanzó la amenaza con sancionarlo si no le pedía permiso.
Ante este absurdo posicionamiento del “flamante” alcalde, salta la interrogante si aplicará el mismo procedimiento para aquellas personas que se dedican a tapar los baches -que hasta la fecha el alcalde no ha podido hacer- a cambio de una cooperación. O es una medida exclusivamente dirigida para el líder del blanquiazul.
Pues la respuesta es muy sencilla. No hay en el Código Reglamentario Municipal un artículo que diga que un ciudadano será sancionado en caso de que decida tapar un bache con sus propios recursos. Pero, además, tampoco hay algún ordenamiento que diga que se debe pedir permiso a la autoridad municipal para ejercer esta actividad.
Por lo tanto, ni a las personas que tapan los baches de forma voluntaria a cambio de un apoyo económico ni Mario Riestra ni quién sea deberían ser sancionado, ni mucho menos pedir permiso para hacer una labor que le corresponde a la autoridad municipal.
Esto no huele nada bien. O se aproxima un cambio al reglamento municipal o se trata de un asunto meramente personal. Quizás el alcalde tenga temor de que los del partido de enfrente le lleguen a comer el mandado, desde ahorita. El que nada debe nada teme, entonces lo recomendable sería que Chedraui ponga manos a la obra y, ahora sí, se ponga a cumplir sus promesas, y una de ellas es resolver los baches, una acción básica de cualquier gobierno de una pequeña comunidad, cuanto más para la “capital imparable” (jejeje).
Chedraui, como clásico gobernante mediocre, acusa que los baches son herencia de la pasada administración, y tal vez en parte tenga razón, pero tampoco es para que la conserve para siempre. Han pasado ya 4 meses desde que asumió el cargo y hay vialidades en donde no se nota la más mínima “chaineada” a los baches. O incluso, hay nuevos en otras avenidas y nada que los atienden.
Así que si el municipio decide cumplir su amenaza contra el dirigente panista, es de esperarse que correrían la misma suerte las personas que deciden hacerlo por su propia voluntad. ¿O a ellos no?
Ni cómo ayudar al alcalde: no cacha, no picha, pero tampoco deja batear.
