
En la era digital, es común que las personas recurran a Internet para buscar información sobre sus síntomas y posibles diagnósticos. La práctica de buscar síntomas en Google o consultar foros de salud se ha vuelto común, pero ahora surge una nueva tendencia: chatbots médicos impulsados por inteligencia artificial (IA) que prometen ofrecer respuestas y orientación de “manera rápida y accesible” Pero ¿qué tan confiables son estos chatbots? Y siendo así, qué opciones existen en la web.
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¿Qué son los chatbots médicos?
Es una herramienta basada en IA que ayuda a pacientes automatizando tareas como la verificación de síntomas o la educación sanitaria. Inclusive algunos de estos utilizan el procesamiento del lenguaje natural para interactuar con los usuarios, analizar la información que proporcionan y ofrecer respuestas personalizadas. En tanto, también son utilizados en la rama médica para agilizar procedimientos como agendar una cita o la atención previa a una posible cita.
Chatbots médicos: ¿qué herramientas existen?
Diversas empresas tecnológicas han desarrollado chatbots. Algunos de los más conocidos son:
Florence: funciona como un asistente virtual que recuerda a los pacientes tomar sus medicamentos, monitorea signos vitales y recomienda farmacias cercanas. Se encuentra disponible en plataformas como Facebook Messenger y Skype
Melody: creado en China, este chatbot virtual responde a las solicitudes de los pacientes, haciendo preguntas para ampliar la información y ofreciendo consejos que pueden incluir una visita al médico o medicamentos de venta libre. En su "memoria" se acumulan miles de fuentes relacionadas con el sector sanitario, desde textos hasta páginas web, que sirven como base para sus diagnósticos
Chatfuel: ofrece funciones de chat médico para automatizar tareas repetitivas y brindar respuestas a las preguntas de los pacientes las 24 horas del día
Infermedica: utiliza IA para evaluar síntomas y predecir enfermedades, además de ofrecer herramientas para clínicas y hospitales con el fin de optimizar la atención médica.
Youper: es una aplicación de salud mental que utiliza un chatbot para ayudar a los usuarios a gestionar su salud mental, ofreciendo apoyo personalizado a través de técnicas de terapia cognitivo-conductual (TCC).
Buoy Health: este chatbot interactúa con los usuarios mediante preguntas sobre sus síntomas y, con base en un algoritmo de inteligencia artificial, sugiere diagnósticos posibles y acciones recomendadas.
¿Son confiables los chatbots médicos?
Si bien la IA ha demostrado ser una herramienta poderosa en la identificación de enfermedades, aún enfrenta varios desafíos:
La exactitud que muestran estas inteligencias no puede ser de 100%, ya que la variabilidad siempre oscilara, pues cada paciente es diferente a cada tipo de enfermedad.
Para el caso de diagnósticos mentales o la cercanía con el paciente, a diferencia de los médicos, la IA no puede interpretar emociones ni ofrecer apoyo emocional, algo relevante en la relación médico-paciente, especialmente en la salud mental.
Riesgos de privacidad, dado que muchas de estas plataformas no cumplen con normativas de protección de datos, podría comprometer la información médica de los usuarios.
En tanto se estima que no deben sustituir a los médicos, sino servir como herramientas de apoyo que proporcionan asistencia preliminar o seguimiento, y dirigen a los pacientes a la atención profesional cuando sea necesario.
¿Futuro de la IA en la medicina?
A medida que la tecnología avanza, es probable que la IA juegue un papel cada vez más relevante en la atención sanitaria. No obstante, los expertos coinciden en que los chatbots médicos deben ser considerados como herramientas complementarias y no como sustitutos de los profesionales de la salud. La supervisión humana seguirá siendo esencial para garantizar diagnósticos precisos y un trato digno para los pacientes.
En conclusión, aunque los chatbots médicos representan una innovación prometedora, su confiabilidad sigue siendo cuestionable. Utilizarlos con criterio y siempre con la opinión de un profesional será clave para aprovechar sus beneficios sin poner en riesgo la salud.