
Luego de que la película “Emilia Pérez” generara controversia en México tras la falta de sensibilidad con la que su director, Jacques Audiard, retrató la realidad mexicana, llenando el largometraje de representaciones estereotipadas. Camila Aurora, una estudiante trans de comunicación, produjo “Johanne Sacrebleu”, una parodia llena de clichés sobre Francia y su cultura.
El cortometraje se convirtió en un fenómeno, alcanzando más de 2.8 millones de reproducciones en YouTube, pero lejos de causar enojo en el público francés, la sátira mexicana fue bien recibida. Usuarios en redes sociales expresaron su apoyo y destacaron el ingenio detrás de este proyecto, incluso, algunos celebraron la manera en que los mexicanos respondieron con humor, mientras que otros criticaron la falta de rigor en la película de Audiard.
“Gracias México por mostrarnos nuestra triste realidad”, “Cuando la parodia es mejor que la película jajaja los mexicanos son divertidos”, “Creo que los mexicanos tienen razón”, “Jacques Audiard es muy ignorante. Me alegro por los mexicanos y la forma en que se quejan y se burlan de la película”, comentaron los franceses en redes sociales.
Desde su estreno, “Emilia Pérez” fue objeto de críticas en México tras abordar el narcotráfico desde una perspectiva superficial y retratar la cultura mexicana con clichés. Además, las polémicas declaraciones del director en cuanto que el idioma español era para “pobres y migrantes” causaron indignación a nivel internacional.
Johanne Sacreblu no es una parodia, está basada en hechos reales. pic.twitter.com/7jz4JXMoR7
— Puma Chairo (@PumaChairo) January 31, 2025
“La película de Jacques Audiard ‘Emilia Pérez’, que narra la transición de género de un jefe de un cártel mexicano, no es nada apreciada por los mexicanos. Algunos la consideran una película llena de prejuicios que aborda con excesiva ligereza los problemas del narcotráfico en el país. En respuesta, una directora creó ‘Johanne Sacrebleu’, un cortometraje que parodia a Francia”, asegura el medio francés Le Parisien.
A pesar de sus 13 nominaciones a los Premios Óscar, la película generó un rechazo generalizado entre el público mexicano, que encontraron en “Johanne Sacrebleu” una manera ingeniosa de responder con creatividad e ironía.
Más allá de la sátira, el cortometraje de Camila abrió una conversación internacional sobre la representación cultural en el cine y el poder de la comedia como una herramienta de crítica social.