El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró que no tiene intenciones de deportar al príncipe Enrique de Inglaterra, bromeando con que el duque de Sussex "ya tiene suficientes problemas" con su esposa, Meghan Markle. Declaraciones que vinieron tras ser cuestionado sobre si planeaba expulsar al miembro de la realeza británica del país.
"No quiero hacer eso, lo dejaré en paz. Ya tiene suficientes problemas con su esposa, ella es terrible", afirmó el mandatario, quien además sugirió que el príncipe está siendo "azotado" por Markle. "Creo que al pobre Enrique lo están llevando de las narices", añadió Trump. Además, elogió al príncipe Guillermo, hermano mayor de Enrique, describiéndolo como un "gran joven".
La relación entre los duques de Sussex y Trump ha sido tensa desde hace años. Meghan Markle, en particular, ha criticado abiertamente al líder republicano, calificándolo de "divisivo" y "misógino". La pareja, que se trasladó a California en 2020 tras su salida de la familia real británica, ha mantenido una postura crítica hacia las políticas de Trump.
El año pasado, Trump advirtió que, de ser reelegido, no protegería al príncipe Enrique, a quien acusó de traición "imperdonable" hacia la reina Isabel II. "Él estaría solo, si dependiera de mí", declaró en aquel momento, criticando además a la Administración de Joe Biden por ser "demasiado cortés" con el duque.
Mientras tanto, el estatus migratorio del príncipe sigue siendo objeto de controversia. La Heritage Foundation, una organización conservadora estadounidense, cuestionó su entrada legal al país, argumentando que el duque admitió en su libro de memorias “En la sombra” haber consumido drogas ilegales.
