Adrian Ward, quien llevaba casi una década conduciendo por Austin, Texas, se encontró desorientado cuando su aplicación de mapas dejó de funcionar. De repente, era incapaz de recordar el camino a casa de un amigo cercano. Su experiencia refleja una inquietud creciente en toda la humanidad: Internet y la inteligencia artificial pueden estar deteriorando la memoria.
Según un artículo de Nature, este temor fue objeto de estudios recientes y dio lugar a términos como "amnesia digital", referido a la tendencia a olvidar información porque sabemos que un dispositivo la almacenará por nosotros. De hecho, no es casual que en 2024 la editorial Oxford University Press designó el término "Brain rot" (podredumbre cerebral) como su palabra del año, en referencia a la degradación mental causada por el consumo excesivo de contenido trivial en línea.
El "efecto Google" y la descarga cognitiva
Desde la invención de la escritura hasta la fotografía y el video, la humanidad utilizó la tecnología para apoyar su memoria. Sin embargo, el debate sobre el impacto de Internet en la capacidad de recordar cobró fuerza en 2011, cuando la psicóloga Betsy Sparrow acuñó el término "efecto Google". Su investigación mostró que las personas, al enfrentarse a preguntas difíciles, tendían a pensar primero en buscar la respuesta en Internet en lugar de intentar recordarla.
Algunos estudios sugirieron que el uso de dispositivos GPS para la navegación debilita la memoria espacial, mientras que el hábito de tomar fotografías puede reducir la retención de recuerdos sobre los objetos fotografiados. Estos hallazgos respaldan la teoría de la "descarga cognitiva", que plantea que las personas externalizan información para liberar capacidad mental. Como señala Ward, quien se desempeña como profesor de psicología en la Universidad de Texas, "¿por qué ponerlo en mi cabeza, cuando tengo un teléfono inteligente en mi bolsillo y a veces buscar en Google es más rápido que buscar en tu propia mente?".
La inteligencia artificial y la memoria: un nuevo nivel de dependencia
La irrupción de la inteligencia artificial generativa, como ChatGPT, plantea un escenario aún más complejo. Estas herramientas no solo ofrecen respuestas inmediatas, sino que también generan contenido personalizado, lo que podría afectar cómo almacenamos y procesamos la información. Según Elizabeth Marsh, investigadora de la Universidad de Duke, la IA podría fomentar una falsa confianza en el conocimiento adquirido.
Además, los algoritmos de IA pueden generar recuerdos falsos. Andrew Hoskins, experto en memoria digital en la Universidad de Edimburgo, advierte sobre la creación de "bots muertos", avatares digitales de personas fallecidas que pueden decir cosas que nunca dijeron en vida. "Es como reconstruir un pasado que nunca experimentamos", afirma.
¿Estamos perdiendo la capacidad de recordar?
Pese a la preocupación generalizada, los expertos aún debaten el impacto real de la tecnología en la memoria a largo plazo. Daniel Schacter, de la Universidad de Harvard, revisó estudios recientes y concluyó que, aunque Internet afecta tareas específicas de memoria, no hay evidencia contundente de que esté deteriorando la memoria humana de manera generalizada.
Otros investigadores también señalan que la sensación de recordar menos podría deberse al envejecimiento natural o al exceso de información disponible. Como indica Marsh, "estamos intentando recordar más que antes. (…) Si intentas recordar más información, probablemente experimentes más momentos de sorpresa".
A medida que la inteligencia artificial se integra en la vida cotidiana, los científicos continúan investigando cómo estas herramientas pueden moldear la memoria y el aprendizaje en las generaciones futuras. Con la rapidez del avance tecnológico, comprender sus efectos será un desafío constante. (NotiPress)