Un signo precoz de la enfermedad de Alzheimer podría ser la dificultad para llegar a la fase de sueño de movimientos oculares rápidos (MOR) —también conocida como sueño paradójico— donde se producen todos los sueños, indica un nuevo estudio. Esto podría ser una oportunidad para detectar la enfermedad a tiempo, antes de que inicie su desarrollo.
La investigación fue realizada por un equipo de científicos de China, EEUU y España, basada en estudios previos sobre la relación entre la calidad del sueño, la formación de la memoria, el pensamiento cognitivo y el riesgo de demencia.
Los académicos señalaron en el artículo que las alteraciones del sueño son frecuentes en pacientes con demencia y se han asociado cada vez más con el mal de Alzheimer y los biomarcadores de dicha enfermedad, incluso en sus fases preclínicas.
En el análisis participaron 128 adultos con una edad promedio de casi 71 años. Las personas pasaron la noche en una clínica del sueño, donde se los pudo monitorizar mientras dormían. De ellas, 64 habían sido diagnosticadas con alzhéimer y 41 tenían un deterioro cognitivo leve. De los participantes, un grupo alcanzó la fase MOR en menos de 98,2 minutos, mientras que el otro grupo tardó más de 192,7 minutos.
Sumando factores como la edad, la función cognitiva y el riesgo genético, se descubrió que las posibilidades de sufrir alzhéimer eran más altas en el grupo que demoraba más en llegar a la fase de MOR. También se pudo concluir que este grupo tendía a tener más acumulación de proteínas beta amiloide y tau, asociadas a la afección.
Se logró descubrir que, debido a esto, se crea en estas personas una menor cantidad de una proteína que favorece la supervivencia de las neuronas y ayuda a nuestro cerebro a aprender, llamada factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF, por sus siglas en inglés).
"El retraso del sueño MOR altera la capacidad del cerebro para consolidar recuerdos al interferir en el proceso que contribuye al aprendizaje y la memoria. (…) Si es insuficiente o se retrasa, puede aumentar la hormona del estrés, el cortisol. Esto puede dañar el hipocampo del cerebro, una estructura crítica para la consolidación de la memoria", afirma el epidemiólogo de la Universidad de California, Yue Leng.
Los investigadores sugieren que promover un ciclo de sueño saludable, a través de un estilo de vida sano, podría ayudar a evitar los retrasos del sueño MOR, favorecer la formación de la memoria y, en última instancia, reducir el riesgo de demencia.